Reseña del Área de Desarrollo del Instituto Geofísico

Histórico (542)

10 de octubre de 2013

 

Como se indicó en el Informe Especial No. 21, del 30 de agosto de 2013, la actividad del volcán Tungurahua mostraba un claro descenso en todos los parámetros monitoreados. Sin embargo, desde la mañana del domingo 6 de octubre se registró un cambio de comportamiento y un nuevo incremento en la actividad sísmica y superficial.   

Esta cambio de comportamiento se caracteriza por un incremento en el número de eventos asociados a la movilización de fluidos al interior del volcán, tipo largo período (LP), señales de tremor de emisión y explosiones. Esta actividad se encuentra asociada con el aumento de la actividad superficial, caracterizada por la  presencia de columnas de emisiones con ceniza, la generación de varias explosiones de tamaño pequeño y moderado, la expulsión de bloques y fuentes de material incandescentes (actividad tipo estromboliana) que posteriormente descienden por los flancos del volcán. 

Brillo al interior del cráter y actividad estromboliana. Fuente: OVT/IGEPN

Asociado a este incremento de actividad se han recibido reportes de caída de ceniza en poblaciones localizadas al occidente y sur-occidente del volcán, como El Manzano, Bilbao, Chacauco, Choglontus y Mocha.

Además, durante este nuevo episodio de actividad se estableció que los valores del flujo de SO2 cambiaron de un mínimo de 87 toneladas por día el 3 de octubre a más de 1000 toneladas por día el 7 y 8 de octubre.

Por otra parte, la red de deformación indica una deflación en la parte superior del cono, que posiblemente estaría relacionada con el paso de material magmático hacia el cráter del volcán.

De manera permanente el Instituto Geofísico y el Observatorio del Volcán Tungurahua mantiene el monitoreo y vigilancia del volcán, y comunicará a autoridades y comunidad en general el desarrollo y características del mismo.

GR/GV/VL/AS/SV/PM/LT

Instituro Geofísico

Escuela Politécnica Nacional

9:45 (tiempo local)

7 de octubre de 2013

 

La mañana del 7 de octubre de 1999 a las 07:06 se registró una explosión de vapor, gas y ceniza del volcán Guagua Pichincha que generó una columna de erupción de más de 12 Km de altura que pudo ser observada desde toda la ciudad de Quito y los alrededores del volcán. La nube de emisión se dirigió hacia el noroccidente y al este, lo que ocasionó una leve caída de ceniza en la ciudad de Quito, Nono y Mindo. Durante esa misma semana, el día 5 de octubre de 1999, se registró una explosión de mayor tamaño, que afectó con una importante lluvia de ceniza a la capital.

Estos eventos explosivos estuvieron asociados con el proceso eruptivo del volcán Guagua Pichincha que se caracterizó por el crecimiento y posterior colapso de domos localizados en la zona de la caldera.

LT/AOr

Instituto Geofísico

Escuela Politécnica Nacional

16:00 (Tiempo local)

28 de septiembre de 2013

 

El día 20 de septiembre de 2013, personal del Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional (IGEPN) realizó un sobrevuelo a varios volcanes del Ecuador para realizar monitoreo térmico y visual.

En este contexto, el monitoreo realizado al volcán Cotopaxi con la cámara térmica ayudó a determinar que las temperaturas máximas (TMA) en el interior del cráter fueron de 55.7°C; en las fumarolas bajo el borde occidental del cono de 11.7°C; en la pared de Yanasacha de 21.9°C; en la zona de fumarolas del flanco oriental y en el flanco sur de 25.3°C; y en el borde sur del cráter de 17.2°C. Estos valores son semejantes a los medidos en los últimos años y no se observaron cambios morfológicos destacables.

Fotografía digital (izquierda) e imagen térmica (derecha) del cráter del Cotopaxi, mostrando la ubicación de la TMA tomada. Fuente: P. Ramon IGEPN 

Por su parte, en el volcán Tungurahua se observó que el diámetro del cráter interno se ha incrementado ligeramente respecto a las últimas observaciones aéreas del 23 de agosto de 2013. Lo cual confirmaría que se continúan produciendo deslizamientos en las paredes internas del cráter y se ha estimado que el diámetro de este cráter, en la dirección norte sur, es de aproximadamente 264 m. Durante el sobrevuelo, se pudo observar débiles fumarolas que se originaban al interior del cráter, donde la TMA fue de 41.3°C; temperatura mucho menor que las observadas en agosto del presente. De esta manera se explica la presencia de nieve al interior del cráter y además, esto es coherente con el bajo nivel de la actividad superficial que se ha observado en las últimas semanas.

 Vista del cráter interno del Tungurahua desde el E. Se observa una débil actividad fumarólica. Fuente: P. Ramón, IG-EPN

El cráter del volcán Sangay se encontró cubierto de nieve y aparentemente frio. No se observaron explosiones durante el tiempo del sobrevuelo; contrastando con lo registrado en los sobrevuelos realizados en los últimos 11 años, donde el nivel de actividad fue catalogado como alto. Las temperaturas más altas fueron medidas en los domos Ñuñurco, (TMA de 67.4°C) y en los flujos de lava que se originan en estos se midió temperaturas (TMA) de 30.8°C. Se destaca también una extensa zona caliente ubicada entre el cráter central y el cráter noreste (TMA de 21.6°C). Esta zona anómala ya fue observada durante el último vuelo (abril 2012) donde las mayores temperaturas fueron registradas en el cráter central y en los domos.

 Vista aérea desde el lado NNE del cráter (izq.) y la correspondiente imagen térmica (der.) del Sangay. En ambas imágenes se destaca la extensa anomalía termal en el flanco NNE. Fuente: P. Ramón, IGEPN 

Las observaciones efectuadas durante este sobrevuelo parecen indicar que hay una disminución de la actividad del Sangay respecto a lo observado en los últimos 10 años. Esto sería corroborado por los reportes del personal del IGEPN en agosto y septiembre del presente, que durante sus visitas no observaron ni escucharon explosiones del volcán.

PR/LT/AOr

Instituto Geofisico

Escuela Politecnica Nacional

14:00 (tiempo local)