Reseña del Área de Desarrollo del Instituto Geofísico

Histórico (542)

AFP
Publicado en El Comercio el 10 de enero de 2010

Cuando el sismo que golpeó Haití acabó con los vivos, también sacó de sus tumbas a los muertos. Un año después, ni unos ni otros parecen haber encontrado paz.

Los huesos de los fallecidos continúan apuntando al cielo como un dedo acusador. El cementerio de Léogâne, la ciudad donde tuvo su epicentro el terremoto del 12 de enero de 2010 que mató a unos 250 000 haitianos, es una hilera de mausoleos azules y turquesa.

Filas enteras de esos monumentos de estilo variado fueron arrancadas por la fuerza del sismo, dejando al descubierto su interior. Cuando los despojos continúan en su sitio, algunas partes están en el suelo.

Un cráneo roto aquí, un zapato allá, costillas en medio de la mala hierba, un ataúd de madera bocabajo en algún pasillo...

En los mausoleos descubiertos, los ataúdes blancos, como los prefieren los haitianos, siguen expuestos a la lluvia, el sol y el viento. Otras tumbas, abiertas, ofrecen un vacío escalofriante.

Un cartel descolorido sobre la principal reja de hierro del cementerio indica el horario de apertura. Los sábados y domingos las visitas son con cita. Pero ahora no hay ninguna regla.

En el interior, una vaca con cuernos largos rumia a la sombra de un mausoleo que lleva la inscripción: “ familia Eliangène Ulysse ” . En otro lugar, un perro surge de una tumba.

Si los muertos hablaran dirían las mismas cosas que los vivos. Es como si el corazón de Léogâne hubiera dejado de latir. Casi nada ha sido reconstruido. Una simple tienda reemplazo el antiguo puesto de Policía, el banco con el cartel “ abierto ” están derruido, y la evacuación de escombros de lo que era una escuela dejó un espacio vacío.

Los católicos rezan sobre la losa de su iglesia, de la que sólo queda el altar.

“La desesperación total”, resume Antoine Laguerre, un voluntario que barre el suelo de la iglesia. El hombre perdió su casa en el sismo y debió instalarse en una tienda de campaña con sus cuatro hijos. La familia sigue ahí.

Antoine, de 44 años, trata de recordar el terremoto, al que los haitianos llaman “Goudu-Goudu”. Pero las palabras se atascan en su garganta: “Seguimos rezando”, afirma mientras levanta la mirada al cielo.

“Goudu-Goudu” mató a millares de habitantes de Léogâne. Los sobrevivientes apuntan una falla profunda y siniestra, en medio de la calle principal, como el lugar donde se originó la tragedia.

Cerca de 2 000 muertos fueron enterrados en dos osarios afuera del cementerio en ruinas. Voluntarios estadounidenses quieren construir allí un monumento.

“Cuando hayamos terminado el trabajo, estaremos más cerca de lo sagrado”, afirmó el arquitecto, Nathaniel Harold, de 35 años.

“Cuando llegamos aquí esto era profano. Era un lugar desnudo donde la gente se meaba literalmente sobre estas 2 000 personas”, declaró a propósito de los muertos que están enterrados allí.

En el cementerio, Pierre Saint Louis también quiere devolverle la paz a los fantasmas. Este hombre de 74 años contrató a un sepulturero para reparar la tumba de su padre. De pie bajo el fuerte sol del Caribe, mira al hombre de torso desnudo que cava un hoyo rectangular.

“No soy feliz, y los muertos tampoco son felices. ”Ayudo a los muertos“, agrega.

¿Alguien ayuda a los vivos? El sepulturero, Jean Luis Quesnel, niega con la cabeza pero luego cambia de opinión. "Dios ve todo, es por eso que pienso que un día u otro, Haití cambiará".

La Secretaria Nacional de Gestión de Riesgos junto a varios medios de comunicación de la provincia de Tungurahua se hallan difundiendo tres cuñas radiales con mensajes prácticos que permiten identificar y reducir los riesgos que se generan por la constante caída de ceniza y recomendaciones para actuar adecuadamente en caso de presentarse una emergencia.

El objetivo de esta campaña es la capacitación permanente a la ciudadanía, para fortalecerla mediante educación e información ante cualquier emergencia.

Es importante trabajar en el empoderamiento de sus habitantes a través de la Cultura de Gestión de Riesgos, porque desde el núcleo familiar es fundamental tener una preparación que permita tener una respuesta adecuada ante estos eventos naturales.

El involucramiento de importantes medios de comunicación como Radio, Caracol Alegría, Centro,  Rumba, Continental, Romance, Stereo Fiesta, Panamericana, y Única, responden al compromiso social que tienen y a la responsabilidad del manejo adecuado de la información.

Los mencionados spots radiales pueden descargarse en el siguiente link http://www.igepn.edu.ec/index.php/recursos/que-hacer-ante/una-erupcion.html

Tomado de: Diario El Mercurio de Chile, 4 de enero de 2011

Autoridades insisten en que la autoevacuación es la principal medida de precaución ante emergencias: Onemi y Shoa explican demora de 19 minutos en descartar maremoto en sismo de 6,9 ° Ritcher

Armada informó que sólo 14 minutos después del temblor se obtuvo la información que permitía evaluar la situación y así, posteriormente, dar aviso a las autoridades civiles.  

A. BARRÍA Y M. TORO 

Sólo 14 minutos después del sismo 6,9° Richter del domingo, el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (Shoa) tuvo los datos que permitieron, en un lapso de 5 minutos, descartar el riesgo de un maremoto en las costas del sur.

La información llegó a las 17:34 horas desde el Pacific Tsunami Warning Centro (PTWC) y a las 17:39 horas ya estaba en manos de la Onemi, que lo comunicó a la población.

Sin embargo a esa hora, en Puerto Saavedra, Tirúa y Mehuín, la gente ya había huido a los cerros. "Cuando hay un sismo que no permite mantenerse de pie, esa es la alerta de tsunami. No hay que esperar a la Onemi, Bomberos o el Shoa", comentó Vicente Núñez, director nacional de la Onemi.

La Armada, sólo aceptó referirse al tema a través de un comunicado. En éste señaló que "el tiempo de análisis científico-técnico que debe realizar el personal del Shoa para descartar o emitir alerta de tsunami, dependerá exclusivamente de los datos que entregue la entidad encargada de monitorear los sismógrafos".

Por eso, la institución enfatizó que "es fundamental reiterar la importancia de la entrega oportuna y -en lo posible en tiempo real- de los datos sobre un sismo ocurrido, misión hasta ahora de exclusiva competencia de los organismos sismológicos".

Lección aprendida

Haciendo un balance respecto de cómo se reaccionó ante la que ha sido una de las réplicas más fuertes del terremoto, Núñez insiste en que evacuación preventiva es la principal lección aprendida por la gente. "Ese es un muy paso importante", destaca.

Pero asimismo plantea que aún quedan algunas lecciones por aprender en ese sentido, como por ejemplo que la evacuación debe ser peatonal, porque los vehículos pueden generar accidentes, atochamientos y finalmente atrasar el proceso.

De todas maneras y para evitar posibles catástrofes, tras el 27/F la Onemi decretó que en caso de que haya un sismo sobre los 8° Richter en la costa, se decretará inmediatamente la evacuación total de la población, sin esperar la información del Shoa. "Independiente que el Shoa me diga 10, 20 o 15 minutos después que fue correcta la evacuación, yo ahí voy a mantener la alerta en los lugares que se evacuó", explicó Núñez.

''El mensaje de la autoevacuación preventiva se ha logrado transmitir y parte de la lección que nos deja el 27 de febrero quedó en evidencia ayer. Ese es un paso muy importante".

VICENTE NÚÑEZ, DIRECTOR DE ONEMI

''Es fundamental reiterar la importancia de la entrega oportuna y -en lo posible en tiempo real- de los datos sobre un sismo ocurrido, misión hasta ahora de exclusiva competencia de los organismos sismológicos".

SERVICIO HIDROGRÁFICO Y OCEANOGRÁFICO DE LA ARMADA

Los avances

A. Nacional de Emergencia:

En mayo, el Presidente anunció la creación de una agencia que reformulará el sistema de alerta temprana y contará con más recursos y tecnología para responder en 7 minutos en caso de catástrofe. El proyecto para crear la agencia aún se encuentra en desarrollo.

Apoyo de las radios:

En octubre se firmó un convenio con la Archi para que éstas informen a la población sobre las alertas en caso de emergencia. También radioaficionados están trabajando coordinados con la Onemi.

Teléfonos satelitales:

Tras el terremoto se habilitaron estos aparatos en todas las sedes regionales. Asimismo, siete oficinas fueron trasladadas a zonas más seguras.

Trabajo de 24 horas:

Una de las principales cosas que Vicente Núñez destacó sobre la emergencia de ayer es que en todas las regiones había personal trabajando, pese a ser domingo. Esto, ya que tras el 27/F se activaron turnos de 24 horas los 7 días de la semana en todo el país.

Mensajes de texto:

El proyecto apunta a que a través de un sistema centralizado se pueda avisar a la población de la zona en emergencia sobre la situación por esta vía. El proyecto aún se está redactando junto a la Subtel.