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Sismos

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Uno de sus objetivos fundamentales es el monitoreo sísmico permanente de la actividad de origen tectónico y volcánico del territorio nacional.

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Volcanes

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Los volcanes activos son observados a través de diversas tecnologías.

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La tecnología comprende un conjunto de teorías y técnicas que permiten el aprovechamiento práctico del conocimiento científico. No es de sorprenderse que a diario aparezcan nuevas técnicas y revolucionarias teorías que permitan que la tecnología avance a pasos agigantados, facilitando procesos y resolviendo problemas dentro de diversas áreas del quehacer de la comunidad en general.


Desde su creación, el IG ha visto la necesidad de utilizar instrumentos que le permitan realizar una precisa vigilancia tanto en sísmica como en varios otros parámetros relacionados al vulcanismo.

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5 de marzo de 2012

El 5 de marzo de 1987, dos terremotos (Ms=6,1 a las 20:54 tiempo local y Ms=6,9 a las 23:10 tiempo local) ocurrieron a lo largo de las laderas orientales de los Andes al NE del Ecuador. Los epicentros fueron localizados en la Provincia de Napo, aproximadamente 100 km al ENE de Quito y 25 km al N del volcán El Reventador. El sismo de las 23:10 fue sentido en un área de al menos 93 000 km2.

Las pérdidas económicas y sociales originadas directamente por las sacudidas de los terremotos fueron pocas en comparación con los efectos catastróficos producidos por los grandes derrumbes en masa e inundaciones en el área cercana al volcán El Reventador.

Todas las pérdidas de vida asociada con el evento ocurrieron en la Provincia de Napo, la estimación más común del número de muertos fue de alrededor de 1000. Quienes perdieron sus vidas fueron sorprendidos por los deslizamientos o fueron arrastrados por los ríos repletos de flujos de escombros de suelos saturados, restos de rocas y vegetación de los empinados flancos volcánicos. Las víctimas fueron generalmente residentes de plantaciones o pequeños asentamientos localizados en las colinas o en las planicies de inundación ubicadas entre Baeza y Lumbaquí.

Deslizamientos de rocas y tierra, avalanchas de escombros y flujos de lodo inundaron esta zona oriental de los Andes produciendo la destrucción o rotura de aproximadamente 70 km del oleoducto trans-ecuatoriano y de la única carretera entre Quito y los bosques lluviosos y campos petrolíferos ecuatorianos. Las pérdidas económicas fueron estimadas en mil millones de dólares; los efectos de la amplia afectación sobre el desarrollo agrícola e hidroeléctrico de la región fueron difíciles de evaluar, pero indudablemente muy grandes.

Los deslizamientos de las laderas inducidos por los terremotos fueron bastante fluidos, debido a que 600 mm de lluvia cayeron en la región durante el mes anterior a dichos sismos. Los suelos superficiales tenían un alto contenido de humedad.

La principal consecuencia económica que sufrió el país fue el gran impacto en la producción ecuatoriana de petróleo, debido a los serios daños del oleoducto trans-ecuatoriano. De acuerdo a la Comisión Económica de las Naciones Unidas para América Latina y el Caribe en 1987, los campos petrolíferos ecuatorianos habrían producido alrededor del 60% de las divisas de exportación del país, por lo que fue severamente afectada la capacidad del Ecuador de hacer frente a sus costos de operación interna y realizar los pagos de los interés de su deuda externa. En las semanas siguientes a los terremotos, el Gobierno Nacional dictó algunas severas medidas económicas, incluyendo la suspensión del pago de la deuda externa a los bancos privados, incrementó los precios de los combustibles, un plan nacional de austeridad y un congelamiento de los precios de un conjunto seleccionado de productos esenciales.

Textos tomados de "Los terremotos del Ecuador del 5 de marzo de 1987. Deslizamientos y sus efectos sociales" 2000. Estudios de Geografía, Volumen 9. Minard L. Hall. Coordinador de la edición en español. Escuela Politécnica Nacional. Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID). Corporación Editora Nacional.

El monitoreo instrumental de los volcanes y las fallas tectónicas en Ecuador ha tenido un gran impulso durante 2010. En lo que va de este año, las técnicas y técnicos del Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional han instalado un total de 14 GPS y 19 acelerógrafos en diversas provincias del país.

Los GPS (siglas en inglés de Sistema de Posicionamiento Global) sirven para monitorear la deformación volcánica y con ello la posible proximidad de una erupción. Estos instrumentos también sirven para medir el movimiento de las fallas tectónicas, que da origen a los sismos. De esta manera se puede conocer con mayor precisión qué zonas son más propensas a la ocurrencia de sismos.

Con el apoyo de la Senacyt, los GPS han sido instalados en las poblaciones de Baeza, Nuevo Rocafuerte, Guamote, Simiatug, Pisayambo, flanco suroccidental del volcán Tungurahua (sector Choglontus), volcán Chimborazo, flanco occidental del volcán Cotopaxi, flanco oriental del volcán Guagua Pichincha, volcán Cuicocha, volcán Pululahua, Salve Faccha, flanco suroccidental del volcán Antisana, entre otros. Hasta el final de año se instalarán 14 GPS adicionales.

En el caso de los acelerógrafos, que miden los movimientos fuertes del suelo, seis de ellos se han instalado en las ciudades de Manta, Quevedo, Loja, Santo Domingo, La Libertad y Guayaquil. Gracias a este proyecto, también respaldado por la Senacyt, se tendrá una mejor idea de cómo van a responder los edificios ante un sismo, lo cual, a su vez, permitirá mejorar las construcciones.

 

Los otros 13 acelerógrafos instalados durante 2010 hacen parte del proyecto “Estudio de la amplificación sísmica de los suelos de Quito”, del Instituto Geofísico, el cual aportará datos que permitan adaptar los diseños de las construcciones que se hacen en la capital ecuatoriana a las condiciones símiscas locales. Los acelerógrafos que hacen parte de este proyecto fueron colocados con la colaboración de personas particulares e instituciones como el Colegio 24 de Mayo, el IESS, el Colegio Militar, el Instituto de Investigación para el Desarrollo de Francia, la Escuela Politécnica Nacional, el Círculo Militar y el convento de San Francisco.

Los hijos de los sobrevivientes del terremoto permanecen en una frágil carpa a la intemperie en el pueblo de Anjar, en el estado occidental de Gujarat. Foto: Amit Dave/ Reuters

Por AltertNet – Traducción del inglés: G. Merino/IG-EPN

BHUJ, India - Cuando el suelo se sacudió en el estado de Gujarat, corazón industrial de la India, una soleada mañana una década atrás, destruyendo casas y matando a miles de personas, las autoridades realizaron un gran esfuerzo para la reconstrucción.

Exactamente diez años después, mientras Gujarat se desarrolla dentro de un modelo de progreso industrial en India, miles de víctimas de ese terremoto continúan recuperándose en frágiles covachas de madera y zinc, sin compensaciones y con poca comida y agua.

El terremoto de 7,9 grados golpeó durante la fiesta de celebración del 51 aniversario de la Independencia de India, el 26 de enero de 2001. Hacia las 9 de la mañana, mientras los niños corrían para izar la bandera hindú, el suelo en Gujarat se movió matando a alrededor de 14 mil personas, hiriendo a más de 150 mil y dejando a millones sin casa. El sismo casi arrasó con cuatro de los mayores pueblos incluyendo Bhuj y Anjar en la región de Kutch, estado de Gujarat, en la frontera con Pakistán.

A lo largo de Kutch, grupos de refugios temporales donde la vida es una increíble lista de calamidades dan testimonio de la inacabada tarea de recuperación, a pesar de los más que aceptables esfuerzos de las autoridades, quienes calcularon en 6,9 la magnitud del movimiento,  pordebajo de los 7,9 grados que le dio el Servicio Geológico de Estados Unidos.

Al igual que para las otras víctimas, las ofertas de reconstrucción del gobierno suenan falsas para Pushpa Jaysih, de 80 años.

“Tengo que ir por los alrededores con un cuenco vacío a rogar por agua”, dice a Reuters Jaysih, quien perdió a su hija y a su casa en Anjar, en su frágil covacha que originalmente debía tener una vida útil de máximo dos años pero que se ha convertido en una casa permanente para ella.

“Nadie viene aquí para ver cómo estamos viviendo… Únicamente durante las elecciones ellos prometen ayudar, pero nunca lo hacen”, dice Jaysih, quien  trabaja cosiendo terminados para vestidos.

Pobres ignorados

Los socorristas hablan de miles de sobrevivientes del terremoto –la mayoría de los cuales se encuentran por debajo de la línea de pobreza urbana- que han sido excluidos de los altamente promocionados planes de rehabilitación y reconstrucción.

“El terremoto de Gujarat afectó a los sectores medios de la sociedad, especialmente a aquellos que vivían en casas más viejas”, decía un reporte del Comité de Emergencias por Desastres, radicado en Reino Unido, después del sismo.

“Hubo efectos sobre todos, pero los pobres son siempre más vulnerables cuando se trata de conseguir ayuda, en tanto que las clases medias tienen un buen acceso a los medios para su recuperación.”

El gobierno de Gujarat y las agencias de ayuda fueron reconocidos por su respuesta y las autoridades pusieron en marcha un muy aplaudido plan de rehabilitación. Sin embargo, aún existen muchos lugares a lo largo de la últimamente muy seca región de Kutch –tanto urbanos como rurales- donde los sobrevivientes permanecen desesperanzados sin forma de recuperarse, en medio de la apatía del gobierno.

Pocos tienen acceso a agua limpia. La mayoría hace sus necesidades al aire libre. Y muchos luchan para conseguir dos comidas al día para sus familias.

“Muchos de ellos pertenecen a tribus, otros son parte de comunidades de las ‘castas bajas’, los hay musulmanes, pero todos ellos tienen una cosa en común… la pobreza”, dice Bharat Parmer, el coordinador del programa Acción de Ayuda Internacional en Kutch.

“Un gran número de estas personas arrendaban y no poseían tierras de modo que ha sido mucho más difícil para ellos reclamar sus derechos, ya que la rehabilitación se enfocó mayormente en los propietarios de terrenos y viviendas.”

No obstante, las autoridades locales dicen que sus planes de recuperación fueron incluyentes y que, de lejos, han cubierto a todos aquellos que fueron golpeados por el terremoto.

“No creo que haya gente que no recibió aquello que necesitaba –puede haber uno que otro caso por aquí o allá-, pero hemos recuperado todo lo que necesitaba ser recuperado”, dice Gunvant Vaghela, contador y el segundo servidor público más antiguo en el distrito de Kutch.

Quito, 15 de febrero de 2012

El Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional se permite informar que gracias a la invitación del señor Ministro de Finanzas, Econ. Patricio Rivera, se efectuó una reunión de trabajo conjuntamente con el Rector de la Escuela Politécnica Nacional, Ing. Alfonso Espinosa y el Director Financiero, Econ. Paúl Sosa, autoridades máximas de la institución en los temas financieros, y con la presencia del Subsecretario de Investigación Científica de la SENESCYT, Dr. Fernando Cornejo, como organismo rector de las políticas de ciencia y tecnología , a la que también estuvo invitado el Director del Instituto Geofísico. En la mencionada reunión se discutió ampliamente respecto a la problemática actual de falta de liquidez por la que se encuentran atravesando las operaciones de mantenimiento de las redes instrumentales del Servicio Nacional de Sismología y Vulcanología que opera el IG y, de manera particular, la vigilancia desde el Observatorio del Volcán Tungurahua (OVT) en Guadalupe.

Como resultado de la reunión se aclararon los mecanismos que deben seguir las autoridades financieras de la Escuela Politécnica Nacional para recibir los fondos que corresponden al Instituto Geofísico para que éste pueda continuar con la labor de monitoreo del volcán Tungurahua, así como con el resto de sus operaciones normales a nivel nacional. El Ministerio de Finanzas ofreció a la EPN todo el asesoramiento necesario para que se puedan habilitar a la brevedad posible los fondos presupuestariamente asignados al IG, quedando claro que en el corto plazo habrá la liquidez respectiva para que el Geofísico pueda cumplir con sus delicadas labores.

Gracias al compromiso personal de los técnicos del Instituto, desde el día de mañana 15 de febrero se reiniciarán las operaciones en el Observatorio del Volcán Tungurahua, en base a los resultados de la reunión mantenida el día de hoy explicados con anterioridad.

Las autoridades de la SENESCYT han convocado a una reunión de trabajo para el día jueves 16 de febrero próximo en donde se tratará el tema del presupuesto necesario para el funcionamiento normal del SENASV y para explorar nuevos modelos de gestión que reduzcan la vulnerabilidad presupuestaria actual evidenciada en la presente crisis y que es recurrente sobre todo a principios de cada año fiscal.

Instituto Geofísico

Escuela Politécnica Nacional

19:00 (tiempo local)

Durante la semana del 8 al 14 de agosto un grupo de técnicos del Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional realizó trabajos de instalación y mantenimiento en las estaciones de la red de vigilancia sísmica y volcánica en las islas Galápagos.

Las Galápagos componen un archipiélago de islas de origen volcánico, localizado unos 1000km al oeste de la costa ecuatoriana. Son famosas por su biodiversidad y sus hermosos paisajes, así también por su frecuente actividad volcánica. Se sabe que en las Galápagos existen al menos 22 volcanes, varios de los cuales muestran actividad frecuente, reportándose más de 70 erupciones en los últimos dos siglos. El IG-EPN mantiene una red de estaciones sísmicas, cGPS y medidores de gases para monitorizar tanto la actividad sísmica como la volcánica que ocurre en las islas.

Mantenimiento de estaciones sísmicas e instalación de estaciones cGPS y DOAS en las Islas Galápagos.
Figura 1.- Mapa de estaciones en las que se realizaron los trabajos de mantenimiento.


Para realizar las actividades el equipo de trabajo se dividió en varios grupos. Uno de ellos permaneció en la isla Santa Cruz para realizar las actividades de recepción de señales y el reemplazo de algunos equipos en la zona de El Chato como por ejemplo el cambio de la caseta que alberga la estación. Se realizaron también nuevas conexiones eléctricas con las baterías y el reemplazo de algunos radios para las telecomunicaciones. Además, se cambiaron 2 antenas parabólicas y sus cables, debido a que se encontraban en mal estado. Finalmente, se realizó la limpieza de la estación, corte de la maleza y se reordenaron los cables para garantizar un adecuado funcionamiento del sistema.

Mantenimiento de estaciones sísmicas e instalación de estaciones cGPS y DOAS en las Islas Galápagos.
Figura 2.- Trabajos de Mantenimiento en la zona del Chato, Isla Santa Cruz (foto: D. García IG-EPN).


Un segundo grupo se trasladó a Puerto Villamil en la Isla Isabela. Este grupo se dirigió a la zona de volcán Chico, desde donde se establecieron enlaces de transmisión con El Chato. Además, se realizó el reemplazo de baterías, cambio de antenas y mantenimiento de sus tensores. Este mismo grupo se trasladó a la zona de minas de azufre, donde se verificaron los enlaces con la estación de Caleta Webb. Por otra parte, se procedió con la relocalización de la estación de medición de gases DOAS, con el fin de ubicarla en una posición preferencial respecto a la dirección del viento y que pueda recolectar una mayor cantidad de datos, de mejor calidad. Finalmente, se realizaron trabajos en la estación Papayas (PVIL), donde, al igual que en otros sitios, se realizó el cambio de baterías y descarga de datos. Posteriormente se procedió a realizar pruebas sísmicas y de transmisión, solventando los problemas que aparecieron durante el mantenimiento.

Mantenimiento de estaciones sísmicas e instalación de estaciones cGPS y DOAS en las Islas Galápagos.
Figura 3.- Izquierda, mantenimiento en la estación Volcán Chico, reparación de tensores de antena (foto: M. Mendoza. PNG). Derecha, relocalización de estación DOAS en Minas de Azufre, Isla Isabela (foto: D Sierra, IG-EPN).


Un tercer grupo partió desde Pto. Villamil y se desplazó en un bote autorizado por el PNG hacia la Isla Fernandina, dando mantenimiento a las estaciones de Punta Mangle (FER2) y Espinoza (FER1), en la cual, adicionalmente a los trabajos de mantenimiento como por ejemplo el cambio de baterías, se procedió a la instalación de una base cGPS para el monitoreo geodésico del volcán La Cumbre.

Mantenimiento de estaciones sísmicas e instalación de estaciones cGPS y DOAS en las Islas Galápagos.
Figura 4.- Izquierda, trabajos de Mantenimiento en la estación Mangle. A la derecha, restablecimiento de las conexiones en la estación de Punta Espinoza, Isla Fernandina (foto: E. Pinajota. IG-EPN).


Posteriormente el grupo se trasladó hacia la estación Caleta WebB en (CAEZ) en Isla Isabela. Allí, se reemplazó el digitalizador sísmico y el regulador de voltaje que se encontraban averiados por la fuerte salinidad del ambiente.

Mantenimiento de estaciones sísmicas e instalación de estaciones cGPS y DOAS en las Islas Galápagos.
Figura 5.-Instalación de la base de monitoreo geodésico del volcán La Cumbre en Isla Fernandina. Derecha: instalación de antena geodésica de la estación FER1 (Punta Espinoza). Izquierda: trabajos de mantenimiento de la estación sísmica e instalación de la estación geodésica FER2 (Punta Mangle) (foto: M. Yépez. IG-EPN).


Para finalizar se dio mantenimiento a la estación sísmica Alcedo (ALCE). A pesar de que esta estación se encontraba funcional, se realizó mantenimiento preventivo y un ajuste al rumbo de la antena de transmisión, para que los datos puedan ser recibidos en la sede del IG-EPN en Quito.

El Instituto Geofísico agradece a las autoridades del Parque Nacional Galápagos, quienes dieron su aval para que las tareas de mantenimiento puedan realizarse adecuadamente y respetando las normas de conservación del ecosistema. Así también, extiende su agradecimiento a los guardaparques quienes acompañaron a los grupos de trabajo y participaron activamente de las tareas de mantenimiento e instalación de equipos.

C. Espín., D. Sierra, M. Yépez, M. Almeida, C. Cisneros
Instituto Geofísico
Escuela Politécnica Nacional