En días pasados miembros del Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional (IGEPN) participaron con palenólogos del Florida Institute of Technology (FIT), de la Universidad de Amsterdam (UvA) y la Universidad Católica (PUCE-Quito) en el muestreo en un corte geológico ubicado al oriente de la ciudad de Latacunga de capas antiguas de material orgánico y de cenizas volcánicas.
Fig. 1: Los profesores Mark Bush (FIT) y Crystal McMichael (UvA) examinando el corte compuesto de turbas y cenizas volcánicas blanquecinas, ubicado al oriente de la ciudad de Latacunga.
El motivo fue la recolección minuciosa de las capas geológicas que consisten de suelos muy orgánicos y capas de ceniza que se acumularon en una paleolaguna/ciénega (que hoy en día ya no existe). Sin embargo, su presencia durante el Pleistoceno permitió la acumulación de capas muy finas, las mismas que son un tesoro de polen de las plantas existentes durante ese período. El posterior estudio en laboratorio de los estratos servirá para identificar los tipos de pólenes que pertenecían a las plantas que vivían en la zona de Latacunga en tiempos antes de la llegada del hombre. Se estima que el corte pueda extenderse a más de 20,000 años antes del presente, pero sólo se va a saber las edades más precisas en base de análisis con el método carbono 14 (14C). Los tipos de plantas que crecían son indicadores de las temperaturas y la humedad reinante durante ese período. El estudio en detalle de los cambios bruscos en los diferentes tipos de pólenes también son indicadores del impacto que hubo de las abundantes caídas de cenizas en el régimen de la flora y, por extensión, de la megafauna que vivía en el Valle Interandino. Es posible también que se encuentren los pólenes de los primeros sembríos de maíz en el valle de Latacunga, que por lo menos tendrían una edad aproximada de unos 7000 años antes del presente.