Resumen
El 11 de enero del 2018 se ascendió a la cumbre del volcán Tungurahua para realizar el monitoreo térmico del cráter mediante medidas directas con termocupla e imágenes térmicas. Tanto las fumarolas externas como internas del cráter presentan temperaturas iguales o inferiores a 85 °C, sin cambios comparando con las últimas medidas realizadas el 5 de marzo del 2017 (82 °C). La temperatura máxima aparente (TMA) del fondo del cráter es de ~69.3 °C. Tampoco muestra cambios comparando con la medida del ascenso del 17 de febrero del 2017 (~68.6 °C), y es significativamente menor a la temperatura medida del ascenso del 11 de noviembre del 2009 (258.7 °C). La TMA de las paredes del cráter (45-53.4 °C) también ha disminuido de manera considerable comparando con las medidas de 2017 (110.8-111 °C). Estos parámetros confirman la disminución de la actividad interna del Tungurahua observada en los últimos 22 meses.
Adicionalmente se realizó un sobrevuelo con dron para obtener una ortofoto y un modelo digital de superficie (DSM) del cráter con alta resolución (~5 cm/px). Los resultados indican que la zona del cráter ha cambiado significativamente debido a la actividad eruptiva durante el periodo 2008-2016. El fondo del cráter se encuentra en la misma ubicación geográfica que en 2008 pero con una diferencia de altura de +47 m. El cráter inferior tiene 77×58 m de diámetro y entre 15 y 30 m de profundidad. El cráter superior, de 335×300 m de diámetro y entre 72 y 148 m de profundidad, es significativamente más grande que el de 2008 y el de 2011. La acumulación máxima de material en el cráter externo es de entre +17 m (borde NW) y +57 m (borde SSW) desde 2008.
Es importante notar que la nueva configuración del cráter superior podría favorecer el derrame de flujos de lava y de nubes ardientes por el flanco noroccidental en caso de nueva actividad eruptiva.
Figura 1. Cráter del volcán Tungurahua (foto: A. Grouazel, 11/01/2018).