Reseña del Área de Desarrollo del Instituto Geofísico
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Sismos

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Uno de sus objetivos fundamentales es el monitoreo sísmico permanente de la actividad de origen tectónico y volcánico del territorio nacional.

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Volcanes

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Los volcanes activos son observados a través de diversas tecnologías.

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Instrumentos

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La tecnología comprende un conjunto de teorías y técnicas que permiten el aprovechamiento práctico del conocimiento científico. No es de sorprenderse que a diario aparezcan nuevas técnicas y revolucionarias teorías que permitan que la tecnología avance a pasos agigantados, facilitando procesos y resolviendo problemas dentro de diversas áreas del quehacer de la comunidad en general.


Desde su creación, el IG ha visto la necesidad de utilizar instrumentos que le permitan realizar una precisa vigilancia tanto en sísmica como en varios otros parámetros relacionados al vulcanismo.

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Por Abdul Sattar / The Associated Press

Habitantes de Jafarabad, Pakistán, oran frente a sus viviendas después del terremoto de la madugada del miércoles del 19 de enero.

QUETTA, Pakistán -- Un potente sismo en Pakistán, que sacudió edificios en la India, Afganistán y Emiratos Arabes, provocó graves daños en las viviendas de adobe cercanas al epicentro, pero no causó muchos daños, ni víctimas.

El terremoto de magnitud de 7,2 grados a las 1:30 de la madrugada del miércoles, en una área remota del sudoeste de Quetta, capital de la provincia de Baluchistan, no muy lejos de la frontera afgana. Al producirse el sismo miles de personas salieron despavoridas de sus viviendas en medio del pánico.

Los temlores se sintieron por todo el sur y el centro de Pakistán, Afganistán, la India y los Emiratos Arabes, dijeron los residentes.

El terremoto dañó unas 200 viviendas en Dalbandín, un pueblo de 15.000 personas situado cerca del epidentro, dijo que Nadeem Ahmed, presidente de la Agencia Nacional de Manejo de Desastres de Pakistán. No se informado de víctimas hasta el momento en todo el país, indicó.

Pero las autoridades seguían registrando las zonas remotas de Baluchistan, relató Saeed Jamali, comisionado adjunto del distrito de Chaghi.

Boletín especial del volcán Tungurahua No. 02

 

17 de enero de 2011

A partir del 5 de enero pasado, fecha del anterior Informe Especial, la actividad del volcán ha continuado disminuyendo. Durante los últimos 12 días las columnas de emisión han estado constituidas exclusivamente por vapor de agua sin que se haya detectado la presencia de ceniza en las mismas. Desde el 25 de diciembre del 2010 no se han registrado explosiones y la cantidad de sismos LP (largo período, evidencia de transporte interno de fluidos) ha descendido aún más. Los contenidos de gas SO2 en las emisiones se mantienen en valores bajos, lo cual es corroborado también por los resultados de las medidas satelitales del sensor OMI. Las medidas de deformación tampoco han sufrido variaciones respecto a la relajación descrita en el informe del 5 de enero pasado.

 Por otro lado, en dicho Informe el IG había indicado también que durante la última mitad del mes de diciembre anterior se detectó la presencia de sismos de tipo VT a razón de uno por día en promedio. Este tipo de sismos generalmente en el caso del volcán Tungurahua han sido sintomáticos de nuevas intrusiones magmáticas y han sido los precursores de un incremento de la actividad explosiva. Sin embargo, como se indica antes, la actividad del volcán continúa disminuyendo y no se han detectado evidencias en los otros parámetros monitoreados que haya nuevas intrusiones magmáticas significativas. En este caso, se estima que la presencia de tales sismos VT fueron más bien el resultado de condiciones de descompresión en la cámara magmática y en los conductos del volcán, una vez que la presión interna se agotó como producto de la liberación de presión ocurrida durante la intensa actividad del 4 de diciembre y continuada durante la actividad moderada evidente hasta la última semana del año 2010. No se han registrado eventos de tipo VT en lo que va del 2011.

Bajo estas condiciones, tal como manifestábamos en nuestro primer Informe Especial del año 2011, nuevamente se confirmaría lo previsto en el primer escenario presentado en el Informe Especial del 7 de diciembre de 2010, por lo que se estima que se ha agotado ya el  volumen de la intrusión de magma que dio origen a los episodios explosivos que se iniciaron el 22 de noviembre de 2010 y por tanto no se prevé la ocurrencia de nueva actividad explosiva en el corto y mediano plazo.

 De todas maneras el IG recuerda que durante el año 2010 en el volcán Tungurahua se produjeron, principalmente en mayo y en menor medida en noviembre, erupciones súbitas sin precursores evidentes que hubieran sido registrados en el sistema de monitoreo volcánico, por lo que las autoridades y la población deberán ser conscientes de esta nueva forma de funcionar del volcán Tungurahua que da muy poca posibilidad de emitir avisos previos.

 El IG continúa en su labor permanente de vigilancia del volcán y de ocurrir cambios en las condiciones actuales, se comunicará inmediatamente a las autoridades y a la comunidad.

Instituto Geofísico

Escuela Politécnica Nacional

12:00 (tiempo local)

Por www.elpais.com.co y EFE

Casi un año después del terremoto que devastó Haití, 380 000 niños y más de 400 mil adultos continúan viviendo en campamentos temporales donde reina el hacinamiento. Estos albergues concentran a más de un millón de personas, pese a la masiva movilización internacional en favor de ese país.

Un informe del Fondo Mundial de la Infancia, Unicef, dependiente de Naciones Unidas, afirmó este viernes que las víctimas del sismo están repartidas en 1.200 asentamientos provisionales, aunque sólo el 9% de éstos cobija a más de la mitad de la población desplazada.

"La otra mitad se encuentra, literalmente, dispersa en cientos de sitios con menos de un millar de personas, lo que convierte al desplazamiento en una situación compleja en sí misma", reconoció el organismo.

El terremoto del 12 de enero del año pasado, que causó unos 316 000 muertos, afectó a una población infantil que ya estaba privada de sus derechos más básicos.

“Es muy decepcionante la situación en la que se encuentra Haití, un año después del terremoto con miles de personas viviendo en tiendas de campaña en condiciones deplorables de dignidad humana y de higiene.” Ariane Arpa, directora general de Intermón Oxfam.

Según datos de Unicef, cuando ocurrió el desastre sólo la mitad de niños tenía acceso a la educación primaria, sólo una quinta parte llegaba a la secundaria y apenas el 2% de alumnos terminaba este nivel, en tanto que uno de cada cinco niños entre 5 y 14 años trabajaba.

En cuando a servicios básicos, la mayor parte de la población carecía de los más elementales: sólo uno de cada cinco haitianos tenía acceso a instalaciones sanitarias y, de hecho, Haití era uno de los pocos países del mundo donde este indicador había empeorado en los últimos años, explicó la portavoz del Unicef en Ginebra, Marixie Mercado.

Históricamente, Haití también ha sido uno de los países con mayor desigualdad de ingresos y, según los datos vigentes antes del terremoto, la mitad de la población vivía con menos de un dólar al día.

Usos y abusos de Haití: un especial de Rebelión.org

Puerto Príncipe. AFP
Haití / Publicado en El Comercio el 10 de enero de 2011
"Estaremos aquí por un largo tiempo aún, tal vez no salgamos jamás”, dice Idamente, una madre de 10 hijos,  que continúa “alojada” en el mismo estadio, ubicado en el suburbio de Puerto Príncipe un año después del terremoto que devastó la capital haitiana.
Un niño camina por un campo de refugiados, expuesto al cólera por el agua contaminada. Foto:Noticiassin.com

Cifra

USD 1 200 millones fueron transferidos de los USD 5 300 millones prometidos para los dos años.


Esta mujer de  50 años vive a la sombra de la iglesia Santa Teresa de Pétion-Ville, destruida por el temblor que causó la muerte de al menos 220 000 personas en el país más pobre de América.

Cerca de ella, dos niños corren, gritan y juegan a hacer girar una vieja silla en la entrada del pequeño estadio de fútbol que alberga desde hace un año a cientos de personas sin techo.

La eficacia de las ONG en Haití está en cuestión

Los centenares de organizaciones humanitarias que llegaron a Haití tras el terremoto del 12 de enero del 2010 siguen desarrollando un papel fundamental pero algunos dudan de su eficacia y les reprochan haber puesto al país bajo tutela.

“Haití es un Estado ONG. Nadie conoce con exactitud el número de asociaciones que hay, ni lo que hacen, ni lo que gastan”, se lamenta Karl Jea-Louis, responsable del observatorio ciudadano de las acciones de los poderes públicos (Ocaph) .

Su organización, que vigila el impacto de la ayuda internacional, reclama que las organizaciones humanitarias abandonen el país de forma progresiva.

“El país está controlado por las ONG, es una situación intolerable”, dice un funcionario haitiano que pide el anonimato, mientras la Cruz Roja de Haití habla de “resultados moderados”.
“¿Las ONG han sido  eficaces? La ayuda humanitaria fue necesaria, pero el resultado ha sido mitigado”, afirma Michaelle Amédée Gédéon, presidenta de la asociación. “Las ONG, en Puerto Príncipe sobre todo, son la condición para sobrevivir. La catástrofe solo intensificó la dependencia en la ayuda internacional”, dice Pierre Salignon, de Médicos del Mundo.

Las lonas bajo las cuales se cobijan las familias están ajadas y descoloridas. Pero la gente no se ha movido. Al contrario, el parque cuenta con nuevos ocupantes. Incluso la familia de Idamente se agrandó con el nacimiento de Milona, hace  3 meses.  “Fue concebida aquí”, dice la madre, cuyo hijo mayor tiene 28 años.

A pesar de la masiva intervención de las asociaciones humanitarias, Idamente no vislumbra mejorías en su “miserable” existencia. “Estamos a la gracia de extranjeros que quieren hacer cosas, pero el Gobierno no tiene proyectos para nosotros”, dice la mujer con desolación.

Más lejos se ve a unas mujeres atareadas detrás de sus pequeños comercios instalados de cualquier modo. Cerca, un hombre pedalea con energía en una máquina de coser. “Fue hace un año, pero nadie lo olvida”, dice Alfred Louis Dès, sastre de profesión.  “Yo retomé mi oficio tiempo después de la catástrofe. Tengo una familia que alimentar, debo asegurar la escolaridad de mis hijos”, dice Alfred, de 57 años.

Llegado a este lugar al día siguiente del sismo, este padre de seis hijos recuerda los primeros momentos casi sin emoción.

“Durante el sismo yo gritaba ‘la sangre de Jesús’ y unos momentos después descubrí mi pequeña casa derrumbada y mi familia dispersada”, dice y que recuerda la enorme muchedumbre presente en el estadio a su llegada.

Alfred podría pasarse horas contando su historia, como para desahogarse. Con una sonrisa sin dientes, recuerda los momentos más difíciles: “Las temporadas de lluvias, dormíamos parados y nos empapábamos. Gracias a Dios todavía estamos vivos”, comenta, condenando a las autoridades, “esa gente de mala fe que no ha hecho nada para cambiar nuestra situación. No deberíamos seguir en el mismo lugar”.
Su hija Marie-Flore, de 25 años, también se encomienda a Dios, aunque reconoce que estuvo a punto de perder la fe con el shock del sismo.  “Retomé el camino de la fe y creo que solo Jesús a su regreso cambiará Haití”.
AFP
Publicado en El Comercio el 10 de enero de 2010

Cuando el sismo que golpeó Haití acabó con los vivos, también sacó de sus tumbas a los muertos. Un año después, ni unos ni otros parecen haber encontrado paz.

Los huesos de los fallecidos continúan apuntando al cielo como un dedo acusador. El cementerio de Léogâne, la ciudad donde tuvo su epicentro el terremoto del 12 de enero de 2010 que mató a unos 250 000 haitianos, es una hilera de mausoleos azules y turquesa.

Filas enteras de esos monumentos de estilo variado fueron arrancadas por la fuerza del sismo, dejando al descubierto su interior. Cuando los despojos continúan en su sitio, algunas partes están en el suelo.

Un cráneo roto aquí, un zapato allá, costillas en medio de la mala hierba, un ataúd de madera bocabajo en algún pasillo...

En los mausoleos descubiertos, los ataúdes blancos, como los prefieren los haitianos, siguen expuestos a la lluvia, el sol y el viento. Otras tumbas, abiertas, ofrecen un vacío escalofriante.

Un cartel descolorido sobre la principal reja de hierro del cementerio indica el horario de apertura. Los sábados y domingos las visitas son con cita. Pero ahora no hay ninguna regla.

En el interior, una vaca con cuernos largos rumia a la sombra de un mausoleo que lleva la inscripción: “ familia Eliangène Ulysse ” . En otro lugar, un perro surge de una tumba.

Si los muertos hablaran dirían las mismas cosas que los vivos. Es como si el corazón de Léogâne hubiera dejado de latir. Casi nada ha sido reconstruido. Una simple tienda reemplazo el antiguo puesto de Policía, el banco con el cartel “ abierto ” están derruido, y la evacuación de escombros de lo que era una escuela dejó un espacio vacío.

Los católicos rezan sobre la losa de su iglesia, de la que sólo queda el altar.

“La desesperación total”, resume Antoine Laguerre, un voluntario que barre el suelo de la iglesia. El hombre perdió su casa en el sismo y debió instalarse en una tienda de campaña con sus cuatro hijos. La familia sigue ahí.

Antoine, de 44 años, trata de recordar el terremoto, al que los haitianos llaman “Goudu-Goudu”. Pero las palabras se atascan en su garganta: “Seguimos rezando”, afirma mientras levanta la mirada al cielo.

“Goudu-Goudu” mató a millares de habitantes de Léogâne. Los sobrevivientes apuntan una falla profunda y siniestra, en medio de la calle principal, como el lugar donde se originó la tragedia.

Cerca de 2 000 muertos fueron enterrados en dos osarios afuera del cementerio en ruinas. Voluntarios estadounidenses quieren construir allí un monumento.

“Cuando hayamos terminado el trabajo, estaremos más cerca de lo sagrado”, afirmó el arquitecto, Nathaniel Harold, de 35 años.

“Cuando llegamos aquí esto era profano. Era un lugar desnudo donde la gente se meaba literalmente sobre estas 2 000 personas”, declaró a propósito de los muertos que están enterrados allí.

En el cementerio, Pierre Saint Louis también quiere devolverle la paz a los fantasmas. Este hombre de 74 años contrató a un sepulturero para reparar la tumba de su padre. De pie bajo el fuerte sol del Caribe, mira al hombre de torso desnudo que cava un hoyo rectangular.

“No soy feliz, y los muertos tampoco son felices. ”Ayudo a los muertos“, agrega.

¿Alguien ayuda a los vivos? El sepulturero, Jean Luis Quesnel, niega con la cabeza pero luego cambia de opinión. "Dios ve todo, es por eso que pienso que un día u otro, Haití cambiará".