Gracias a la gestión realizada por el Servicio Nacional de Gestión de Riesgos y Emergencias (SNGRE), el personal del Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional (IGEPN) contó con el apoyo logístico de un equipo especializado de pilotos y tripulación del Helicóptero SA315B Lama, perteneciente al Grupo de Aviación del Ejército No. 45, Pichincha para efectuar diferentes trabajos en la zona del volcán El Reventador los días 27, 28 y 29 de octubre de 2020 (Fig. 1). La aeronave estuvo al mando de los Tenientes Ushiña Javier y Cordones Jaime, con el soporte técnico del Sargento Segundo Guamán Sergio y un equipo de abastecimiento de combustible.
Como parte de las labores de vigilancia volcánica que el Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional realiza periódicamente, se efectuó un sobrevuelo a los volcanes Sangay, Cayambe y Cotopaxi entre el 18 y 19 de agosto de 2020. Para esto, se contó con el apoyo logístico de la aeronave CESSNA-206 de la empresa Alas de Socorro del Ecuador (ADSE), según la ruta indicada en la Fig. 1, partiendo desde Shell (Provincia de Pastaza).
Los objetivos propuestos para evaluar la actividad superficial y los cambios morfológicos de estos volcanes estuvieron relacionados con la toma de fotografías, imágenes infrarrojas (IR) y la medición de gases volcánicos. Los valores de temperatura aquí considerados se expresan como Temperatura Máxima Aparente (TMA), que corresponde a la radiación incidente en la cámara térmica.
Gracias a la gestión realizada por el Servicio Nacional de Gestión de Riesgos y Emergencias (SNGRE), personal del Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional (IG EPN) pudo contar con el apoyo logístico del Grupo de Aviación del Ejército No. 45 Pichincha, para realizar un sobrevuelo de vigilancia al volcán Sangay (Fig. 1) el día 24 de junio del 2020. Varios objetivos se plantearon, entre ellos podemos mencionar: control de actividad superficial, evaluación de cambios morfológicos, termografía y medición de gases volcánicos. Gracias a este trabajo, se pudieron obtener valiosos datos que ayudan al estudio de la actividad del volcán.
Gracias a la gestión realizada por el Servicio Nacional de Gestión de Riesgos y Emergencias (SNGRE), personal del Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional (IGEPN) pudo tener el soporte logístico del Grupo de Aviación del Ejército No 45 Pichincha y a la tripulación del Ejército Ecuatoriano, para realizar un sobrevuelo al volcán Sangay el día 24 de junio del 2020 (Fig. 1).
El Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional (IGEPN), realizó varias tareas de monitoreo al volcán El Reventador durante el mes de abril. Se destacan a continuación las misiones aéreas efectuadas:
1.- Sobrevuelo del 12 de abril de 2018.
Con la ayuda de una avioneta tipo CESSNA 206 al mando del Cap. Richard Morales de la empresa Alas de Socorro del Ecuador, se pudo efectuar un sobrevuelo al volcán el 12 de abril de 2018.
Los cambios observados en la morfología del cráter del volcán corresponden principalmente a la actividad eruptiva de carácter explosivo que ha mantenido de manera continua desde su última erupción en junio de 2017 y principalmente corresponden a la elevada tasa de acumulación de material en la cumbre del volcán, lo cual se podría reflejar en un incremento de su altura y la fácil generación de pequeñas corrientes de densidad piroclástica (p.e., flujos piroclásticos y colapsos secundarios de material volcánico acumulado en la cumbre) (Fig. 1).
Los depósitos localizados en los flancos del volcán corresponden al descenso de material piroclástico: corrientes de densidad piroclástica y proyectiles balísticos. En los dos casos los alcances son bastante importantes, con hasta 800 metros en línea recta desde el cráter; principalmente en el flanco nororiental y sur.
El área de vulcanología del Instituto Geofísico, como parte de los trabajos de observación de la actividad superficial, monitoreo térmico y medición de gases volcánicos ha realizado un total de 11 sobrevuelos a los volcanes: Cotopaxi, El Reventador, Guagua Pichincha, Sangay, Altar, Tungurahua, Sumaco, Cayambe, Quilotoa, Antisana y Chimborazo.
Para algunos volcanes, los sobrevuelos han sido recurrentes y siempre han estado regidos a las condiciones climáticas durante el año. A continuación se resumen las observaciones efectuadas durante 8 sobrevuelos e itinerarios realizados, cuando las condiciones de nubosidad fueron favorables, y del personal que las realizó.
Los días 21 y 23 de diciembre de 2016, personal técnico del Área de Vulcanología del Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional (IGEPN), realizó dos sobrevuelos a los volcanes activos del Ecuador. El día 21 de diciembre en una avioneta CESSNA 206 STATIONAIR a los volcanes Sangay y Tungurahua y el día 23 de diciembre en un avión QUEST KODIAK a los volcanes Cayambe y Cotopaxi, siguiendo las rutas que se muestra en la Figura 1.
El día 17 de octubre del año en curso fue posible realizar un sobrevuelo de monitoreo a los volcanes activos Cotopaxi y Tungurahua, como parte del monitoreo continuo que efectúa el Instituto Geofísico, en coordinación con el Ministerio Coordinador de Seguridad quién apoyó logísticamente con un sobrevuelo en un avión de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (TWIN OTTER, FAE-448), desde el aeropuerto de Latacunga en la Prov. de Cotopaxi, siguiendo la ruta que se muestra en la Figura 1.
VOLCÁN COTOPAXI
Observaciones visuales
Las condiciones bajo las cuales se efectuó el vuelo fueron favorables, ya que el volcán se encontraba mayormente despejado. Durante la aproximación se observó que del cráter se emitía de forma pulsátil, una columna de gas sin contenido de ceniza y muy poco energética, misma que no superaba el borde del cráter del volcán (Figura. 2).
Al llegar al volcán se pudo notar que se habían producido recientes caídas de nieve, las cuales suavizaban la topografía anterior del glaciar, sin embargo no se observó en el mismo los rasgos de deterioro que habían sido evidentes a finales del año 2015, luego de la actividad eruptiva del 14 de agosto del mismo año; es decir, las grietas aparentemente no se están haciendo más grandes y tampoco han incrementado su número. En el flanco occidental del volcán se pudo apreciar que se habían generado una serie de deslizamientos o desprendimientos, ocasionados por la fusión del glaciar, producto del cambio de albedo de la ceniza re-depositada por la remoción eólica de la misma; estos deslizamientos no alcanzan mayores distancias y se restringen a una altura aproximada de 5200 msnm (Figura. 3).
Por otro lado, a diferencia de lo que se observó a partir del vuelo efectuado el 3 de septiembre 2015, en esta oportunidad ya no se verificó la presencia de agua y humedad saliendo de los frentes de las lenguas terminales del glaciar, ni tampoco de los delgados hilos de agua descendiendo por los flancos (Fig. 2); posiblemente indicando que el incremento de fusión de los glaciares ya no está ocurriendo al momento o que este es mucho menor.
Monitoreo Térmico
Las condiciones de vuelo permitieron efectuar imágenes térmicas de la mayoría de anomalías termales reconocidas en el volcán. De manera general las imágenes térmicas muestran que los flancos superiores del volcán se encuentran a temperaturas inferiores a lo que se observaba en meses anteriores (Fig. 4). Al igual que lo observado durante los vuelos del 31 de agosto y 3 de septiembre de 2015, en esta oportunidad también fue posible observar en las imágenes térmicas, las pequeñas anomalías en los flancos E y SE, la más caliente mostró una TMA = 20,1 °C y que seguramente corresponden a actividad fumarólica (Fig. 4). Las anomalías térmicas en los flancos del volcán fueron más claras en el flanco oriental con valores TMA variables entre 21,6 °C y 39,1 °C, para el flanco sur la mayor TMA calculada fue de 38,4 °C (Fig. 5). Las temperaturas máximas aparentes (TMA) medidas en el interior del cráter están relacionadas a los gases calientes que se emiten desde el interior del vento cuya TMA medida es de 96,6 °C (Figs. 4 y 5). En conclusión, se estima que las temperaturas en los flancos del volcán han disminuido respecto a los meses anteriores (Fig. 5); lo cual estaría ocasionando que el incremento de la fusión del glaciar, por arribo de fluidos calientes a la superficie del edificio, haya disminuido o se haya detenido.
VOLCÁN TUNGURAHUA
Observaciones visuales
El volcán se mostró despejado en su parte alta, lo cual permitió la observación directa y la obtención de imágenes térmicas en la zona del cráter (Figura. 6). No se observó actividad en ninguno de los campos fumarólicos.
Monitoreo Térmico
En el análisis de las imágenes térmicas se pudo identificar la mayor parte de las anomalías del cráter del volcán. Los valores de temperatura máxima aparente (TMA) más elevados se localizaron en la zona del cráter interno (TMA = 51,3 °). Las fumarolas del borde suroccidental y sur presentaron valores de TMA de 31,9 °C y 38,2 °C respectivamente. En los campos fumarólicos localizados en el borde interno de la cumbre máxima al norte del volcán, se pudieron calcular TMA variables entre 37,1 °C y 22,6 °C. Todos estos valores son están relacionados más que nada con la actividad fumarólica que el volcán presente en este estado de su actividad (Figura. 7).
MA, PR
Instituto Geofísico
Escuela Politécnica Nacional
El 10 de mayo de 2016, el Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional (IGEPN) con el apoyo de la empresa ALAS DE SOCORRO (ADS) del Ecuador, realizó un sobrevuelo al volcán Cotopaxi con la finalidad de visualizar la actividad superficial y anomalías termales presentes, relacionadas a su actividad actual.
Durante el vuelo, el volcán se presentó despejado con una columna leve de emisión de gases (600 m, aprox.) sin contenido de ceniza que se dirigía hacia el norte y nor-occidente. Los glaciares permanecen agrietados y algunos cubiertos con una importante capa de nieve; sin embargo, el fenómeno de fusión del glaciar como se lo ha visto en los meses pasados, ha disminuido considerablemente. El control de anomalías térmicas ha reflejado una disminución leve en la temperatura asociada a la actividad fumarólica en los flancos del volcán (p.e., Fumarola flanco sur, TMA: 35,5°C).
El volcán Cotopaxi presenta un nivel de actividad interna considerada como MODERADA con tendencia descendente (Informe Especial Cotopaxi N. 5).
MA, PR
Instituto Geofísico
Escuela Politécnica Nacional
Gracias a la gestión de la SGR, Zona 3, el día sábado 20 de febrero se efectuó un sobrevuelo al volcán Chimborazo, con objeto de identificar la causa y posibles zonas potenciales de generación de flujos de lodo y escombros por deshielos, además se solicitó la participación de personal técnico del IG para que efectúe monitoreo del volcán con cámara térmica. El vuelo se efectuó en una nave Twin Otter de la FAE (452), se despegó del aeropuerto de la ciudad de Latacunga alrededor de las 09:10 y se mantuvo la ruta que se indica en la figura 1.
Durante la aproximación al volcán se verificó que el mismo se encontraba despejado parcialmente, ya que un techo de nubes por debajo de los 4300 msnm cubría la parte inferior del volcán e impedía ver el efecto de los flujos de lodo ocurridos anteriormente en el sector de Chuquipogyo (Fig. 2).
Del análisis de las imágenes obtenidas con la cámara infrarroja por el personal del IG, se concluye que no se encontraron anomalías termales en los flancos superiores del volcán (Fig. 3) y que podrían indicar una posible actividad del volcán, por lo que se puede indicar que el fenómeno que está ocasionado la fusión de los glaciares no está relacionado con un incremento de la temperatura de la superficie del terreno por actividad volcánica.
De igual manera las imágenes térmicas efectuadas en el glaciar N° 13, a partir del cual, según los informes del INAMHI (Cáceres B., com. Personal) se produce un colapso de la morrena frontal dando lugar a la evacuación repentina de agua acumulada al interior del glaciar, lo que a su vez produjo los deslizamientos y flujos que luego han afectado a las comunidades ubicadas aguas abajo, no muestran la presencia de anomalías termales que indicarían una actividad volcánica que podría producir el incremento de temperaturas en esa zona (Fig. 4).
Hacia el final del vuelo, la parte del volcán sobre la llanura de inundación en la Q. Yambo Rumi se despejó parcialmente dejando ver el cauce excavado en la morrena glaciar por los deslizamientos y flujos ocurridos en días anteriores (Fig. 5). No se evidenció la presencia de flujos que estuvieran descendiendo al momento de la observación o de depósitos de flujos recientes.
PR
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