Noticias - Instituto Geofísico - EPN
Investigadores que trabajan en el diseño de infraestructuras costeras que resistan mejor a eventos naturales, como los tsunamis o los huracanes, han subrayado hoy la importancia de trabajar a tiempo en sistemas de alerta temprana y predicción de impactos porque no es posible construir estructuras "infalibles".
La tecnología actual no lo permite, pero tampoco sería asumible desde el punto de vista económico y, además, siempre hay que tener en cuenta que las infraestructuras "pueden fallar" y se deben diseñar elementos de protección "en la retaguardia" que minimicen los impactos si se produce ese fallo.
Estas son algunas de las ideas sobre las que se trabaja estos días en Santander en la Conferencia Internacional de Ingeniería Costera, el mayor evento mundial de estas características, en el que se están revisando los últimos estudios y avances en este campo.
El presidente de la Sociedad Americana de Ingenieros Civiles, Tony Dalrymple; el experto en huracanes Pat Linner, profesor de la Universidad de Johns Hopkins; y Jane Smith, del Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos, han compartido hoy con los periodistas algunas de sus reflexiones, acompañados del director del Instituto de Hidráulica de Cantabria , el profesor Íñigo Losada.
El tsunami de Japón, de marzo de 2011, o el huracán Katrina, que arrasó la ciudad de Nueva Orlenas en agosto de 2005, son dos de los casos en los que se sustentan buena parte de los estudios y trabajos que desarrollan los expertos para mejorar los sistemas de protección frente a estos fenómenos naturales.
Pero las barreras físicas no bastan para hacerlos frente porque, según han recalcado tanto Losada como Smith, "no es posible construir infraestructuras infalibles", de ahí que muchos de los trabajos se centren ahora en diseñar sistemas de alerta temprana y de predicción de los posibles impactos.

Informe del Estado del Volcán Tungurahua en el 2011 - Actividad de Tremor de Emisión

Alexander Steele & Mario Ruiz

1. Introducción

Tungurahua (1.45°S, 78.43°W, 5032m) es un estrato-volcán andesítico, ubicado en la Cordillera Real de Ecuador, a 120 kilómetros al sur de Quito que se destaca por su forma cónica, laderas empinadas y alto relieve (3200m) (Hall et al., 1999). El Tungurahua es uno de los centros volcánicos más activos de los Andes Ecuatorianos. Erupciones significativas, con VEI ≥ 3, se registraron en los años 1640, 1773, 1886 y 1918, y fueron acompañadas generalmente por fuertes explosiones, flujos de lava, flujos piroclásticos, lahares y caída de tefra (Hall et al., 1999; Le Pennec et al., 2008). En el pasado, estos productos volcánicos afectaron pequeños poblados alrededor de la base del volcán, así como la ciudad de población de Baños, que se encuentra a sólo 8 km de la cumbre.

Después de 80 años de inactividad, en Octubre-Diciembre de 1999 se inició una nueva fase de actividad con columnas de gas y ceniza de al menos 7 kilómetros de altura, lo que provocó la evacuación de 26.000 personas de Baños y otros pueblos que rodean las laderas del volcán (Tobin y Whiteford, 2002; Lane et al, 2003). Desde 1999, el Tungurahua ha experimentado una serie de ciclos eruptivos, con períodos de intensa actividad en Julio-Agosto de 2006, Febrero de 2008, Enero-Marzo de 2010, Mayo-Julio de 2010 y Noviembre-Diciembre de 2010.

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2 de julio de 2012

La semana pasada, personal del Instituto Geofísico de La Escuela Politécnica Nacional (IGEPN) instaló dos nuevas estaciones sísmicas de banda ancha cerca a las ciudades de Puyo y Tena, ubicadas en la región Amazónica y oriental del Ecuador.

Las mencionadas estaciones, constituyen el eje de vigilancia del sector oriental y contribuirán al monitoreo de la actividad sísmica de las fallas relacionadas con el levantamiento de los Andes y con las estructuras del levantamiento Subandino.

La información de las mencionadas estaciones, será transmitida en tiempo real a la base del IGEPN mediante la fibra óptica de Transelectric.

Detalle de la estación sísmica en Puyo. Fuente M. Segovia - IGEPN

La instalación de la instrumentación mencionada forma parte de del proyecto de "Fortalecimiento del Instituto Geofísico: ampliación y modernización del Servicio Nacional de Sismología y Vulcanología" financiado por el SENESCYT.

MS/LT

Instituto Geofísico

Escuela Politécnica Nacional

15:00 (tiempo local)

La semana anterior personal del Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional instaló una estación multiparamétrica al norte de Cerro Blanco, Guayaquil. Esta estación se encuentra conformada por un sensor sísmico de banda ancha, que tiene como objetivo el monitoreo de la microsismicidad en la zona centro sur de la costa ecuatoriana y de eventos de mayor magnitud a nivel del país,  y de un acelerómetro instalado en roca, con la finalidad de evaluar posibles amplificaciones sísmicas con respecto a la información adquirida de similar instrumentación instalada en la ciudad Guayaquil, específicamente en sitios constituidos de materiales poco consolidados.

Detalle de la estación multiparamétrica en Cerro Blanco, Guayaquil . Fuente S. Vaca - IGEPN

La instalación de la instrumentación mencionada forma parte de del proyecto de "Fortalecimiento del Instituto Geofísico: ampliación y modernización del Servicio Nacional de Sismología y Vulcanología" financiado por el SENESCYT.

LT/SV

Instituto Geofísico

Escuela Politécnica Nacional

11:30 (tiempo local)

Reporte del Enjambre Sísmico en la Zona de Volcán de Cotopaxi – Mayo 2012

John Lyons, Mónica Segovia, Mario Ruiz


Introducción.-

El Instituto Geofísico mantiene el monitoreo de la actividad del volcán Cotopaxi a través de una red de 5 estaciones sísmicas de banda ancha con sensores co-localizados de infrasonido y 6 estaciones de periodo. A través de este monitoreo se detectó entre el 14 de mayo y el 18 de mayo del 2012 un pequeño enjambre sísmico, el cual es analizado a continuación.

Conclusiones.-

La ubicación del enjambre mayo 2012 es similar al de un enjambre que se produjo en noviembre de 2001, el cual fue seguido por una migración de la sismicidad desde el flanco norte hacia la zona del cráter y por un cambio de las características de los sismos de volcano-tectónicos a sismos LP, lo cual fue interpretado como señales de una inyección de magma que no alcanzó la superficie. La ubicación del enjambre actual cerca al registrado en el 2001 sugiere que esta sismicidad podría estar también relacionada con la inyección de un dique o de otro movimiento volcánico. Si bien es difícil llegar a conclusiones sólidas a partir de un número limitado de eventos en este pequeño enjambre, por el momento parece que el enjambre mayo 2012 pudo haber sido totalmente de origen tectónico. Sin embargo, no podemos excluir la posibilidad de que el campo de esfuerzos local fue modificado por un proceso relacionado con el Cotopaxi (por ejemplo, la inyección de magma en un dique), que posteriormente provocó el enjambre sísmico. Cuando se ve en la Figura 6, la dirección de fallamiento se alinea con dos valles orientados NE-SO que se extienden en los flancos del volcán Sincholagua, asi como también con la dirección de la cumbre del antiguo volcán Rumiñahui. La distribución de los hipocentros también tiene una tendencia parecida. Sin más datos es difícil de cuantificar la relación entre el enjambre de mayo y otros alineamientos locales o regionales. Sin embargo, los resultados de la ubicación epicentral y los alinemientos señalados sugieren una posible relación, que podría atribuirse a la existencia de un sistema de fallas más extensa o una zona de debilidad en esta área. Un estudio de campo en esta área podría ser utilizado para delinear la actividad antigua y potencialmente identificar la expresión superficial de la falla. Una campaña de GPS en esta área también podría proporcionar información valiosa de apoyo sobre el movimiento del suelo y la acumulación de esfuerzos.

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