Reseña del Área de Desarrollo del Instituto Geofísico
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Uno de sus objetivos fundamentales es el monitoreo sísmico permanente de la actividad de origen tectónico y volcánico del territorio nacional.

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Volcanes

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Los volcanes activos son observados a través de diversas tecnologías.

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La tecnología comprende un conjunto de teorías y técnicas que permiten el aprovechamiento práctico del conocimiento científico. No es de sorprenderse que a diario aparezcan nuevas técnicas y revolucionarias teorías que permitan que la tecnología avance a pasos agigantados, facilitando procesos y resolviendo problemas dentro de diversas áreas del quehacer de la comunidad en general.


Desde su creación, el IG ha visto la necesidad de utilizar instrumentos que le permitan realizar una precisa vigilancia tanto en sísmica como en varios otros parámetros relacionados al vulcanismo.

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¿Qué son los flujos de lodo o lahares?
Los lahares son mezclas de agua con sedimentos y escombros de rocas volcánicas, los cuales se desplazan pendiente abajo en los volcanes o laderas. También se los conoce con los nombres de “aluviones” o “flujos de escombros”.

Según el origen del agua existen dos tipos: 1) Los lahares “secundarios”, que son de pequeño tamaño y se producen principalmente cuando las lluvias removilizan el material suelto que está en la pendiente de un volcán y 2) Los lahares “primarios”, que son flujos muy voluminosos que se forman por el derretimiento súbito de importantes secciones del casquete glaciar en caso de una erupción volcánica (Figura 1). Lahares primarios se formaron, por ejemplo, en la última erupción grande del volcán Cotopaxi en el año 1877.

Las obras de mitigación frente a lahares primarios del Cotopaxi, antecedentes y perspectivas.
Figura 1.- A) Formación de lahares secundarios por lluvias. B) Formación de lahares primarios por erupción grande y derretimiento de los glaciares.


¿Qué son las obras de mitigación?
Por definición, la mitigación significa atenuar o reducir el impacto de una amenaza. Para el caso de los lahares, las obras de mitigación son cualquier estructura cuyo objetivo sea detener los sedimentos del flujo, disminuir su masa, su energía, su velocidad y por ende el impacto que puedan tener al alcanzar una zona poblada.


¿Existen obras de mitigación en nuestro país?

Por supuesto que sí, debido a que el Ecuador es un país muy lluvioso donde a menudo ocurren aluviones. En las quebradas se han construido variadas obras de infraestructura, como barreras, coladeras y canalizaciones instaladas en pequeños drenajes y quebradas (Figura 2). Estas obras están diseñadas para el caso de flujos lodosos, aluviones y lahares de pequeño tamaño, que por lo general no superan caudales de decenas de metros cúbicos por segundo.

Las obras de mitigación frente a lahares primarios del Cotopaxi, antecedentes y perspectivas.
Figura 2.- A la izquierda obras de mitigación de tipo barrera en una pequeña quebrada del Sector de Santa Rosa de Pomasqui (Quito). A la derecha obras de mitigación tipo cernidera en la quebrada Carretas sector del Portal Shopping.


Una comparación de volúmenes (el desastre de La Gasca)
El 31 de enero de 2022, un aluvión o flujo de lodo descendió por el sector de La Gasca, en el costado noroccidental de la capital ecuatoriana. Según estudios preliminares, el aluvión fue causado por las fuertes lluvias que ocurrieron esa tarde y noche en el sector. Lodo, escombros, árboles y hasta autos fueron arrastrados por el flujo, causando decenas de víctimas en ese barrio de Quito (Figura 3).

Las obras de mitigación frente a lahares primarios del Cotopaxi, antecedentes y perspectivas.
Figura 3.- Tareas de limpieza en el sector de la Gasca tras el descenso de un flujo de lodo y escombros, registrado en enero de 2022.


Se ha estimado que ese aluvión tuvo un volumen aproximado de 100 mil metros cúbicos y caudales máximos de entre 100 y 150 metros cúbicos por segundo al llegar a la zona poblada. Las obras de mitigación que existían en esa quebrada resultaron insuficientes y no evitaron la destructividad del flujo (Figura 4).

Las obras de mitigación frente a lahares primarios del Cotopaxi, antecedentes y perspectivas.
Figura 4.- Obras de mitigación en las quebradas de La Gasca que fueron superadas y no pudieron contener el aluvión en enero de 2022.


Los estudios realizados acerca de la erupción de 1877 del volcán Cotopaxi muestran que los lahares primarios tuvieron volúmenes de entre 60 y 80 millones de metros cúbicos en cada uno de los drenajes: Norte, que va en dirección del Valle de los Chillos (ríos Pita y Santa Clara); Sur, en dirección a Latacunga (río Cutuchi) y Oriental, en dirección del río Napo-Jatunyaku (Figura 5). Es decir, el volumen que podría producirse en una erupción del Cotopaxi similar a la de 1877 es 800 veces más grande que el desastre de La Gasca en cada uno de los principales ríos que descienden desde el Cotopaxi.

Las obras de mitigación frente a lahares primarios del Cotopaxi, antecedentes y perspectivas.
Figura 5.- Mapa regional de peligros del volcán Cotopaxi mostrando la zona multi-amenaza y los polígonos de afectación por flujos de lodo o lahares en un escenario tipo 1877.


Para descargar los Mapas de Amenaza del volcán Cotopaxi en formato PDF ingresa a este link: https://www.igepn.edu.ec/cotopaxi-mapa-de-amenza-volcanica

Para visitar el Mapa Interactivo de Amenazas del volcán Cotopaxi visita el siguiente link: https://www.igepn.edu.ec/mapas/amenaza-volcanica/mapa-volcan-cotopaxi.html


¿Qué son los “Sabo Dams”?

Al igual que nuestro país, Japón presenta frecuente actividad volcánica y clima lluvioso, por lo cual los lahares y aluviones son fenómenos frecuentes. Los japoneses son pioneros en las obras de mitigación para lahares. En áreas montañosas, donde estos flujos pueden tener impacto destructivo, los japoneses han diseñado y construido complejos sistemas de "represas de control" (llamadas “sabo dams”) para reducir el impacto de estos fenómenos naturales.

Los “sabos” no son simples represas, en realidad son complejos sistemas de gigantescas barreras, cedazos y mojones distribuidos a lo largo de drenajes peligrosos. Los diseños de los “sabos” son complejos y están pensados no solo en represar el flujo sino en reducir su masa y su velocidad en varias etapas (Figura 6).

Las obras de mitigación frente a lahares primarios del Cotopaxi, antecedentes y perspectivas.
Figura 6.- Diseño conceptual de un sistema de sabo dams para proteger una zona poblada.


Los sabo dams son obras colosales, ingeniosos sistemas de tamices de varios cientos de metros de ancho. A continuación, se muestran unos ejemplos de cómo se ven estos tamices gigantes en el Monte Tokachi, Japón. Estas fotos fueron tomadas en 2017, cuando personal del IG-EPN fue invitado a conocer estas obras de mitigación (Figura 7).

Las obras de mitigación frente a lahares primarios del Cotopaxi, antecedentes y perspectivas.
Figura 7.- Ejemplos de represas Sabo en Japón (Fotos: JICA/ IG-EPN).


A pesar de su apariencia, estas obras de mitigación fueron diseñadas para contener solamente aluviones y lahares secundarios de tamaño pequeño a moderado, que son producidos por lluvias fuertes como en La Gasca, porque en Japón no hay volcanes que tengan glaciares como el Cotopaxi. Diseñar obras de mitigación para los lahares primarios del Cotopaxi sería algo totalmente fuera de la escala, algo que jamás se ha hecho en el mundo.


Lecciones Aprendidas en Ecuador

El proceso eruptivo del volcán Cotopaxi en 2015 nos dejó lecciones. Los lahares secundarios que bajaron por el volcán rápidamente colapsaron los drenajes cercanos al cono y cubrieron la carretera de ingreso al Parque Nacional Cotopaxi, en varias ocasiones, a la altura de la quebrada Agualongo (Figura 8). Si bien la carretera ya se encuentra habilitada, aún varios años después, la quebrada no ha sido limpiada por completo. El volumen de aquellos lahares fue relativamente pequeño; por ejemplo, el 3 de abril de 2019 se registró el descenso de 40 mil metros cúbicos de material que fueron suficientes para interrumpirla por completo.

Las obras de mitigación frente a lahares primarios del Cotopaxi, antecedentes y perspectivas.
Figura 8.- Lahar secundario en la quebrada de Agualongo, con un volumen de 40 mil de metros cúbicos.


En caso de construirse, las obras de mitigación requieren mantenimiento y limpieza continua, para asegurar que estén operativas en caso de emergencia. La ausencia de ese mantenimiento puede provocar que las obras se vuelvan inútiles, como ha ocurrido en la quebrada de Agualongo.


¿Se pueden construir obras de mitigación para el Volcán Cotopaxi?

Se ha estimado que las potenciales pérdidas económicas en caso de ocurrir lahares primarios del Cotopaxi estarían en el orden de 20 a 30 mil millones de dólares. Esto sugiere que se debe considerar invertir en obras de mitigación. Sin embargo, ¿es técnicamente posible? ¿A qué costo? ¿En cuánto tiempo? Como ya se ha expuesto en el texto anterior, las obras de mitigación son una realidad en el mundo y en nuestro país, pero nunca se han diseñado o construido con el objetivo de detener volúmenes de 60-80 millones de metros cúbicos de material. Esto significa que la decisión de hacer esas inversiones tendría una gran incertidumbre debido a la falta de experiencia previa.

Las obras de mitigación toman tiempo en ser construidas, son costosas y requieren un fuerte soporte ingenieril para estar seguros de que su funcionamiento sea adecuado. Las obras de mitigación no son simples represas, son complicados sistemas de contención (como se ve en la Figura 6). Construcciones de ese tipo requieren profundos estudios técnicos e ingenieriles, para los cuales se necesitaría la mejor información científica sobre los lahares primarios del volcán Cotopaxi.

Es una tarea muy difícil evaluar si es posible construir obras de tal magnitud. A inicios de los 2000, técnicos de la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA), vinieron a estudiar el caso del volcán Cotopaxi y considerar la posibilidad de construir estas obras de mitigación. Ellos declararon que es poco viable, por los gigantescos volúmenes que se esperan en una erupción tipo 1877.


Para resumir

Se debe evaluar la posibilidad de construir obras de mitigación ante lahares del volcán Cotopaxi, pero debe hacerse de una manera responsable y basada en estudios técnicos y científicos de alto nivel. Por supuesto, dichos estudios técnicos y la potencial construcción podrían llevar años y la erupción podría llegar antes. Por ahora, no contamos con obras de este tipo, así que es fundamental preparar la respuesta a una emergencia, considerando lo que podemos hacer para reducir nuestras vulnerabilidades. El proceso de disminuir o eliminar la amenaza (los lahares) puede ser un camino largo y complejo.

Por ahora, el conocimiento del mapa de amenazas, las rutas de evacuación y el reconocimiento de sitios seguros son la mejor opción que tenemos para hacer frente a una potencial erupción tipo 1877.

Para saber más sobre rutas de evacuación, sirenas y sitios seguros visita el siguiente enlace: https://alertasecuador.gob.ec/


D. Sierra, A. Vásconez, D. Andrade
Corrector de Estilo: G. Pino
Instituto Geofísico
Escuela Politécnica Nacional

El 29 de marzo de 2023, Técnicos del Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional (IG-EPN) llevaron a cabo una visita a las fuentes de agua y vertientes naturales localizadas en las inmediaciones del volcán Cotopaxi con la finalidad de medir los parámetros físico-químicos de las aguas y realizar el muestreo de las mismas.

Monitoreo de fuentes termales en las inmediaciones del volcán Tungurahua
Figura 1.- Medición de parámetros físico-químicos fuentes Hummocks 1 (Foto: D Sierra/IG-EPN).


Los técnicos recorrieron fuentes termales, surgentes de agua y drenajes superficiales de la zona. Donde tomaron mediciones de pH, Conductividad, temperatura y ORP de las aguas. Adicionalmente se recolectaron muestras que serán posteriormente analizadas en el CICAM (Centro de Investigación y Control Ambiental de la EPN) para conocer la composición de los elementos mayoritarios.

Monitoreo de fuentes termales en las inmediaciones del volcán Tungurahua
Figura 2.- Medición de parámetros físico-químicos y muestreo en las fuente termal de Salitre (Foto: E. Telenchana y D Sierra/IG-EPN).


Este tipo de campañas de medición se realizan de manera periódica en los principales volcanes del Arco Volcánico Ecuatoriano con la finalidad de identificar posibles cambios que pudieran presentarse en las fuentes en el caso de ocurrir algún cambio en la actividad volcánica. El Volcán Cotopaxi se encuentra en un nuevo proceso eruptivo desde octubre de 2022.

Monitoreo de fuentes termales en las inmediaciones del volcán Tungurahua
Figura 3.-Toma de muestras en la fuente de Salitre y en el Río Pita (Foto: E. Telenchana y D Sierra/IG-EPN).


¿Quieres saber más sobre las fuentes termales? Descarga nuestro tríptico informativo “Fluidos Volcánicos (Aguas termales y gas)”: https://www.igepn.edu.ec/publicaciones-para-la-comunidad/comunidad-espanol/21957-fluidos-volcanicos-aguas-termales-y-gas


E. Telenchana, D. Sierra.
Instituto Geofísico
Escuela Politécnica Nacional

Funcionarios del Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional (IG-EPN) asistieron el 30 de marzo del presente año a un entrenamiento y actualización de conocimientos de usuarios ENVI por técnicos del GeoSpace Solutions, lo cual nos permitió conocer las nuevas tendencias y entrenar con la última tecnología en procesamiento avanzado de imágenes, así como las mejores prácticas y técnicas para optimizar la información.

El evento se realizó en el Centro de Entrenamiento de GeoSpace Solutions, y se recibió charlas sobre Deep Learning para imágenes satelitales, imágenes del satélite Capella que tiene una muy alta resolución, imágenes satelitales ópticas y SAR, softwares para monitoreo de deformación y modelamiento. Además, se vieron ejemplos de imágenes de radar tomados en los últimos días del deslizamiento de Alausí, provincia de Chimborazo, comparando con imágenes tomadas antes y después de esta tragedia reciente.

El entrenamiento del grupo de técnicos se realizó con el objetivo de aprender sobre las últimas herramientas que permiten complementar el estudio de los eventos sísmicos y fenómenos volcánicos en el Ecuador.

Entrenamiento y actualización de conocimientos de usuarios ENVI por técnicos del IG-EPN
Fig 1. Técnicos de GeoSpace Solutions dando capacitación sobre actualización de técnicas de imágenes satelitales.


S. Aguaiza
Instituto Geofísico
Escuela Politécnica Nacional

Han pasado 30 años ya desde el penoso fallecimiento de dos técnicos del IG-EPN en el Cráter del Volcán Guagua Pichincha. El Ing. Victor Hugo Pérez y Egdo. Álvaro Sánchez, ambos miembros del Instituto Geofísico de la EPN, se encontraban en el campo verificando explosiones que se habían reportado en el volcán en días pasados, tras haber permanecido el volcán en relativa calma por más de una década.

El 12 de marzo de 1993, a las 11h46 de la mañana, tiempo local, ocurrió una explosión relativamente pequeña justo en dirección de donde se encontraban los vulcanólogos. La explosión fue detectada con la instrumentación en la sede central del IG-EPN en Quito, tras lo cual se intentó establecer contacto radial con los vulcanólogos quienes lamentablemente ya habían fallecido. No fue sino hasta el día siguiente cuando sus cuerpos pudieron ser recuperados.

30 años del fallecimiento de dos técnicos del IG-EPN en el Cráter del Guagua Pichincha: Los peligros de ingresar a un Cráter Volcánico Activo
Figura 1.- Artículo de El Comercio sobre el fallecimiento de dos vulcanólogos del IG-EPN en el cráter del volcán Guagua Pichincha, 14 de marzo de 1993.


A este suceso se suma otra tragedia acaecida unos meses antes el mismo año. La muerte de seis vulcanólogos y tres turistas en el vecino volcán Galeras de Colombia, durante el viaje de campo de un Congreso Científico Internacional organizado por las Naciones Unidas en enero del 1993. Pero esta no fue la primera vez que algo similar sucedía en la región, se tienen registros de que la erupción del Sangay del 12 de agosto de 1976 cobró también la vida de dos científicos de origen inglés que se encontraban en las cercanías del cráter investigando su actividad. Todos estos sucesos nos recuerdan lo peligroso que puede ser ingresar a un cráter volcánico activo.

Las zonas de influencia volcánica son normalmente complejas, por los riesgos inherentes que la actividad de un volcán representa. Dentro de un volcán activo los peligros son varios: Las explosiones, gases nocivos, asfixiantes y venenosos, las altas temperaturas, el riesgo de caídas y los deslizamientos de rocas son solo algunos de los fenómenos a los que uno se expone al ingresar a un cráter volcánico activo.


Los rescates en alta montaña

Los accidentes pueden suceder en cualquier momento y el comportamiento de la naturaleza es casi siempre impredecible, por lo que los cráteres de volcanes activos y los campos fumarólicos suelen estar restringidos al público. Debemos recordar que estas zonas son de difícil acceso, por lo tanto, se sabe que en caso de un accidente la ayuda tardará un mínimo de 2 horas en llegar, lo que en algunos casos pudiera ser muy tarde para salvar la vida de las personas.

¿Qué debemos hacer?
Lo primero es permanecer informados: antes de hacer actividades de camping, andinismo o senderismo debemos informarnos sobre la actividad del volcán y sobre las prohibiciones existentes en la zona que vamos a visitar.

En todo momento debemos seguir las indicaciones de los guardaparques y obedecer la señalética que esté colocada, no salirnos de los senderos y de ser necesario ir en compañía de guías de montaña certificados.

No buscar riesgos innecesarios y no acceder a zonas que parecen inestables o peligrosas.

D. Sierra, A. Vásconez
Instituto Geofísico
Escuela Politécnica Nacional

Debido al sismo de magnitud 6.8 MLv grados con epicentro en la Isla Puná, varios técnicos del Instituto Geofísico revisaron los instrumentos instalados en la estación de monitoreo Isla Puná (ISPG) y además realizaron varias observaciones en territorio.

Con el propósito de monitorear mejor el movimiento de fallas que atraviesa la isla Puná en dirección SW al NE, y además realizar una evaluación del enlace satelital y mejorar su transmisión a radiofrecuencia (900 MHz), en los días pasados (21 de marzo del presente año), realizaron también la verificación de los datos tanto de los sistemas de monitoreo sísmico como de deformación GPS, cabe recalcar que el año pasado se realizó la instalación de un instrumento de precisión GPS en el mismo lugar en la parte oriental de la isla.

Se realizó el embarque desde Puerto Bolívar (foto) y se arribó a las instalaciones de la camaronera ICCSA, propiedad de la familia Quirola en la isla Puná.

Mantenimiento de la estación de monitoreo Isla Puná ISPG
Foto 1. IGEPN técnicos Ing. Darío García, Ing. Cristian Viracucha en el transporte de gabarra desde P. Bolívar (El Oro) hacia Isla Puná.


Mantenimiento de la estación de monitoreo Isla Puná ISPG
Foto 2. IGEPN técnicos Ing. Darío García, Ing. Cristian Viracucha arriban en el transporte de gabarra P. Grande Camaronera ICCSA (El Oro) Isla Puná.


Mantenimiento de la estación de monitoreo Isla Puná ISPG
Foto 3. IGEPN Daños del sismo en la isla Puná, P. Grande Camaronera ICCSA (El Oro) Isla Puná.


Mantenimiento de la estación de monitoreo Isla Puná ISPG
Foto 4. IGEPN Estación de monitoreo multiparamétrica ISPG, P. Grande Camaronera ICCSA (El Oro) Isla Puná.


En la isla el Instituto Geofísico ha contado con instrumentos de monitoreo de gran capacidad y sensibilidad al momento de detectar fenómenos sísmicos por los últimos 10 años, abe recalcar que todos sus datos se envían en tiempo real hacia el centro de monitoreo ubicado en la Escuela Politécnica Nacional, Instituto Geofísico, ISPG es una de las estaciones más importantes que posee el país especialmente para el monitoreo en el golfo de Guayaquil, y las costas de las provincias de El Oro y Guayas.

La estación multiparamétrica ISPG, ayuda de gran manera al monitoreo sísmico como el control geodésico, especialmente para la evaluación de la generación de un potencial tsunami en la parte costera en caso de un terremoto grande, es decir es de gran utilidad e importancia, especialmente por el estudio de la falla activa que la atraviesa.

Se desea agradecer al proyecto de BID y ECU-911 por brindarnos este proyecto importante con el objetivo de mantener y mejorar el monitoreo en el país, en el ámbito sísmico y geodésico de esta falla importante que atraviesa la isla Puna y partes del continente.

Queremos agradecer también el apoyo de la familia Quirola y a la vez de su administrador en el puerto Las Peñas, ya que sin su apoyo no fuera posible de llevar a cabo la instalación ni tener un lugar por excelencia para colocar todos los equipos geofísicos.

Extendemos nuestros agradecimientos a ellos y sus colaboradores.


D. García, C. Viracucha
Instituto Geofísico
Escuela Politécnica Nacional