Noticias

Noticias

Subcategorías

Sismos

Sismos

Uno de sus objetivos fundamentales es el monitoreo sísmico permanente de la actividad de origen tectónico y volcánico del territorio nacional.

Ver artículos...
Volcanes

Volcanes

Los volcanes activos son observados a través de diversas tecnologías.

Ver artículos...
Instrumentos

Instrumentos

La tecnología comprende un conjunto de teorías y técnicas que permiten el aprovechamiento práctico del conocimiento científico. No es de sorprenderse que a diario aparezcan nuevas técnicas y revolucionarias teorías que permitan que la tecnología avance a pasos agigantados, facilitando procesos y resolviendo problemas dentro de diversas áreas del quehacer de la comunidad en general.


Desde su creación, el IG ha visto la necesidad de utilizar instrumentos que le permitan realizar una precisa vigilancia tanto en sísmica como en varios otros parámetros relacionados al vulcanismo.

Ver artículos...

El 20 de Noviembre de 2019, personal del Instituto Geofísico realizó una visita al volcán Cayambe con la finalidad de medir los parámetros físico-químicos de las fuentes termales y realizar tareas de muestreo.

Muestreo en las fuentes termales del volcán Cayambe

Figura 1.- A) Recolección de muestras en la fuente termal de Caleras. Foto: D. Sierra.
AFP
Publicado en El Comercio el 10 de enero de 2010

Cuando el sismo que golpeó Haití acabó con los vivos, también sacó de sus tumbas a los muertos. Un año después, ni unos ni otros parecen haber encontrado paz.

Los huesos de los fallecidos continúan apuntando al cielo como un dedo acusador. El cementerio de Léogâne, la ciudad donde tuvo su epicentro el terremoto del 12 de enero de 2010 que mató a unos 250 000 haitianos, es una hilera de mausoleos azules y turquesa.

Filas enteras de esos monumentos de estilo variado fueron arrancadas por la fuerza del sismo, dejando al descubierto su interior. Cuando los despojos continúan en su sitio, algunas partes están en el suelo.

Un cráneo roto aquí, un zapato allá, costillas en medio de la mala hierba, un ataúd de madera bocabajo en algún pasillo...

En los mausoleos descubiertos, los ataúdes blancos, como los prefieren los haitianos, siguen expuestos a la lluvia, el sol y el viento. Otras tumbas, abiertas, ofrecen un vacío escalofriante.

Un cartel descolorido sobre la principal reja de hierro del cementerio indica el horario de apertura. Los sábados y domingos las visitas son con cita. Pero ahora no hay ninguna regla.

En el interior, una vaca con cuernos largos rumia a la sombra de un mausoleo que lleva la inscripción: “ familia Eliangène Ulysse ” . En otro lugar, un perro surge de una tumba.

Si los muertos hablaran dirían las mismas cosas que los vivos. Es como si el corazón de Léogâne hubiera dejado de latir. Casi nada ha sido reconstruido. Una simple tienda reemplazo el antiguo puesto de Policía, el banco con el cartel “ abierto ” están derruido, y la evacuación de escombros de lo que era una escuela dejó un espacio vacío.

Los católicos rezan sobre la losa de su iglesia, de la que sólo queda el altar.

“La desesperación total”, resume Antoine Laguerre, un voluntario que barre el suelo de la iglesia. El hombre perdió su casa en el sismo y debió instalarse en una tienda de campaña con sus cuatro hijos. La familia sigue ahí.

Antoine, de 44 años, trata de recordar el terremoto, al que los haitianos llaman “Goudu-Goudu”. Pero las palabras se atascan en su garganta: “Seguimos rezando”, afirma mientras levanta la mirada al cielo.

“Goudu-Goudu” mató a millares de habitantes de Léogâne. Los sobrevivientes apuntan una falla profunda y siniestra, en medio de la calle principal, como el lugar donde se originó la tragedia.

Cerca de 2 000 muertos fueron enterrados en dos osarios afuera del cementerio en ruinas. Voluntarios estadounidenses quieren construir allí un monumento.

“Cuando hayamos terminado el trabajo, estaremos más cerca de lo sagrado”, afirmó el arquitecto, Nathaniel Harold, de 35 años.

“Cuando llegamos aquí esto era profano. Era un lugar desnudo donde la gente se meaba literalmente sobre estas 2 000 personas”, declaró a propósito de los muertos que están enterrados allí.

En el cementerio, Pierre Saint Louis también quiere devolverle la paz a los fantasmas. Este hombre de 74 años contrató a un sepulturero para reparar la tumba de su padre. De pie bajo el fuerte sol del Caribe, mira al hombre de torso desnudo que cava un hoyo rectangular.

“No soy feliz, y los muertos tampoco son felices. ”Ayudo a los muertos“, agrega.

¿Alguien ayuda a los vivos? El sepulturero, Jean Luis Quesnel, niega con la cabeza pero luego cambia de opinión. "Dios ve todo, es por eso que pienso que un día u otro, Haití cambiará".

¿Qué hiciste de tus vacaciones? Gracias al auspicio de TIA S.A. y de la Escuela Politécnica Nacional, 28 niños y jóvenes de la red educativa Fe y Alegría, entre 10 y 15 años de edad, asistieron al primer curso vacacional “Planeta Tierra: más allá de tus ojos” organizado por el Instituto Geofísico de la EPN. El curso de 40 horas tuvo lugar en el Centro de Educación Continua de la EPN entre el 29 de julio y el 8 de agosto, y fue dictado por los doctores en Ciencias de la Tierra Sandro Vaca y Benjamin Bernard, con la ayuda de los ingenieros geólogos Marjorie Encalada y Marco Córdova, el Master Juan Gabriel Barros, y Valeria Simbaña y Verónica Acosta estudiantes de la Facultad de Geología y Petróleos de la EPN.

Niños y jóvenes aprendieron sobre sismos y volcanes durante las vacaciones

Foto 1. Visita del grupo al Parque Nacional Cotopaxi (foto: Benjamin Bernard, IG-EPN).

10 de mayo de 2011

Funcionarios de la Dirección Provincial de Gestión de Riesgos de Chimborazo entregaron 780 mascarillas a los niños, niñas,  y personal docente de la Escuela Juan Bernardo de León, en la ciudad de Riobamba.

Otra escuela que se recibió apoyo por parte de la Dirección Provincial, fue el plantel Jorge Izaac Cabezas, en la comunidad Langos Panamericana del cantón Guano.  En este centro se entregaron 150 mascarillas y 100 visores a los niños, niñas,  padres de familia  y personal docente.

En estos centros educativos, personal del área de Construcción Social socializó los Programas de Certificación de Centros Educativos y conformación de Comités Comunitarios de Gestión de Riesgos con el fin de trabajar en procesos de capacitación y fortalecimiento de capacidades de respuesta de la comunidad.

Secretaria Nacional de Gestión de Riesgos

http://www.snriesgos.gov.ec/todas-noticias/1-latest-news/2622-ninos-y-ninas-reciben-mascarillas-en-riobamba.html

VICENTE MONTES Hace algo más de un año, el volcán islandés Eyjafjallajökull tenía en vilo a los usuarios de vuelos europeos. Semanas atrás otro cráter islandés, el Grimsvötn, repitió los trastornos aéreos con su columna de humo y cenizas. Estos días los chilenos miran con el corazón en un puño al complejo volcánico de Puyehue-Cordón Caulle, en la cordillera de los Andes.

Si añadimos al cóctel de noticias el brutal tsunami japonés del pasado marzo y el terrible terremoto de Haití de enero de 2010 cabe la pregunta de si el planeta registra un aumento de actividad sísmica en los últimos años y si existe alguna relación entre ellas.

Lo cierto es que no; no ha habido ninguna alteración en las estadísticas habituales. «Cada año se producen unos 20 terremotos de magnitud superior a siete, y unos 100 de más de seis grados», explica Javier Álvarez Pulgar, catedrático de Geodinámica interna de la Universidad de Oviedo. Los fenómenos sísmicos guardan relación en la escala local: así, el gran terremoto de Japón (el sexto más intenso desde que existe la escala de medición) desencadenó casi un millar de movimientos sísmicos derivados (réplicas) en el entorno, dada la gran cantidad de energía liberada. Pero no ha motivado más o menos actividad en otras zonas alejadas del planeta.

Otro tanto ocurre con los volcanes. «Cada año se producen dos o tres erupciones volcánicas con gran emisión de humos y gases», resalta Álvarez Pulgar. Lo que ocurre es que tenemos la sensación de que se producen más fenómenos por la presión informativa.

Los volcanes citados al comienzo de este artículo trastornaron el tráfico aéreo. Pero, ¿alguien podría identificar el volcán Merapi? En octubre de 2010 dejó unos 150 muertos y obligó a evacuar a unas 320.000 personas. Ocurrió en Indonesia y su relevancia en los informativos occidentales ha sido mucho menor que el de los islandeses o que el del complejo volcánico chileno.

El interés periodístico tiene además otra parte positiva: «Cada vez que hay fenómenos así crece el interés ciudadano por conocer cómo funciona nuestro planeta: eso es bueno», concluye Álvarez Pulgar.