Actualización de la actividad y el Trabajo del IGEPN
RESUMEN
Desde la publicación del 28 de diciembre (Informe Especial No. 5), el volcán Cayambe sigue con una actividad sísmica anómala caracterizada por sismos de tipo volcano-tectónicos (fractura) y largo periodo (movimiento de fluido) ubicados entre 2 y 8 km debajo de la cumbre. En enero se registró un promedio de 15 LPs y 36 VTs por día, mientras que hasta la fecha durante este mes se han registrado un promedio de 15 LPs y 21 VTs por día hasta el momento, indicando una ligera disminución que comenzó en la última semana de enero.
Andinistas han reportado que el olor a azufre, que estuvo en un nivel alto desde octubre hasta diciembre, ha disminuido significativamente en la actualidad.
Se realizó sobrevuelos al volcán, pero debido a las malas condiciones y a la cantidad de nieve, las observaciones de las grietas observadas en diciembre, no fueron muy claras.
Debido al tipo de sismos registrados y sus localizaciones se estima que la anomalía o agitación interna del volcán es más probable que tenga un origen magmático. Una erupción a mediano plazo (semanas a meses) es posible, aunque muy poco probable si no se producen cambios bruscos o una aceleración en los parámetros de monitoreo. Los escenarios eruptivos detallados en los informes anteriores siguen válidos: S0- una erupción freática muy pequeña cuya influencia sería las inmediaciones del cráter; S1- una erupción magmática pequeña similar el evento ocurrido el 1785. Se continuará evaluando el comportamiento del volcán y reforzando la red de monitoreo instrumental en las próximas semanas.
Desde que se recibió las primeras señales de agitación, el Instituto Geofísico ha instalado estaciones adicionales [1 GPS, 1 Inclinómetro y 1 DOAS (sensor de gas)], con planes para otra estación sísmica en un futuro cercano, y ha actualizado una de las estaciones existentes [estación sísmica ANGU se cambió de periodo corto a banda ancha – aumentando su capacidad para medir parámetros de eventos más grandes] para asegurar nuestras capacidades de monitoreo. El instituto también tiene reuniones semanales para discutir e interpretar los datos recibidos, asegurando que cualquier cambio en el volcán será detectado.