Noticias - Instituto Geofísico - EPN

 

DEL 23 AL 25 DE NOVIEMBRE DE 2011

QUITO-ECUADOR

 

 

A partir del continuo desarrollo de los temas relacionados con las Ciencias de la Tierra, tanto a nivel local como mundial, el Departamento de Geología y el Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional, se complacen en anunciar las SÉPTIMAS JORNADAS EN CIENCIAS DE LA TIERRA Y EL PRIMER ENCUENTRO SOBRE RIESGO DE DESASTRES que tendrán lugar en Quito, entre el 23 y 25 de noviembre del 2011.

Se invita a profesionales, investigadores, estudiantes y egresados dedicados a las Ciencias de la Tierra, a participar con su asistencia y presentación de trabajos relacionados con las temáticas del evento.

El Departamento de Geología y el Instituto Geofísico de la EPN organizan las Jornadas desde 1990, con el fin de reunir a la comunidad científico-técnica que se ocupa de esta rama del conocimiento en el Ecuador, para exponer y difundir sus experiencias y avances en la investigación. En esta ocasión, considerando la importancia creciente de la amenaza y riesgo por fenómenos naturales en el país, se desarrollará conjuntamente el Primer Encuentro sobre Riesgo de Desastres.


 

TEMÁTICAS:

Se alienta la presentación de trabajos relacionados a todas las ramas de las Ciencias de la Tierra, especialmente:

  • Geología
  • Geodinámica
  • Amenazas y Riesgos Naturales
  • Minería
  • Petróleos
  • Hidrogeología
  • Climatología
  • Oceanografía
  • Geotécnia
  • Informática aplicada

COMITÉ ORGANIZADOR:

  • Pablo Duque C. (Jefe del Departamento de Geología)
  • Hugo Yepes A.  (Director del Instituto Geofísico)
  • Galo Plaza N.   (Coordinador)

Miembros del Comité:

  •  Renán Cornejo
  •  Tomas Espinosa
  •  Daniel Andrade
  •  Patricio Ramón
  •  Mario Ruiz
  •  Gorki Ruiz
  •  Jorge Ordoñez

MAYOR INFORMACION:

TELÉFONOS COORDINACIÓN:     (593 2) 2507144, ext.2543

SECRETARÍA:                            (593 2) 2236775- (593 2) 2507144, ext. 2539

E-MAILS COORDINACIÓN:         Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. ; Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

Localización : Instalaciones del Campus Politécnico "José Rubén Orellana"

 

Quito, 17 de noviembre de 2011

 

El día de ayer, 16 de noviembre de 2011, a las 20h57 tiempo local, la Red Nacional de Sismógrafos registró un sismo con epicentro a 66 km al sur oeste de la Isla de La Plata, con magnitud 5.9 y profundidad de 20 km (parámetros recalculados por sismólogo).

 

Según reportes recibidos en el Instituo Geofísico, el sismo fue sentido fuerte sin causar daños en Portoviejo, Manta, Bahía de Caráquez, Puerto López y en la comunidad de Joa (Cantón Jipijapa).

 

Aproximadamente 15 minutos  antes, se registró un evento premonitor de magnitud 4.4 y hasta el cierre de este boletín, se han registrado centenares de réplicas con magnitudes menores a 4.7. Gran número de estas réplicas son registradas únicamente por la estación sísmica localizada en la Isla de La Plata

 

La sismicidad mencionada es producto del choque de placas tectónicas, que genera un proceso de subducción frente a nuestras costas.

 

Se informa además que desde la noche de ayer se han registrado otros sismos en la provincia de Manabí que responden a la actividad de fallas tectónicas en la zona continental. Dichos sismos se localizan a menos de 20 km de profundidad y tienen magnitudes entre 2.9 y 3.7.

 

 

Instituto Geofísico

Escuela Politécnica Nacional

MS/AC/LM/JS/LT

20:00 (tiempo local)

 

 

 

 

Los terremotos han matado, directa o indirectamente, a más de 780.000 personas entre 2001 y 2010, es decir, cerca del 60% de la mortalidad relacionada con el conjunto de las catástrofes naturales, según un estudio publicado este viernes por The Lancet.

"Además de estos muertos, los sismos han afectado directamente a 2.000 millones de personas suplementarias durante el mismo periodo" de diez años, destaca el estudio.

El más mortífero de esos sismo es el que golpeó a Haití el 12 de enero de 2010, de magnitud 7, que causó 316.000 víctimas. El temblor que generó un tsunami en el océano Índico el 26 de diciembre de 2004, de magnitud 9,1, dejó 227.000 muertos.

El estudio de The Lancet busca sobre todo convencer a los responsables políticos y de los organismos de ayuda de que los sismos son una prioridad en términos de salud pública, y prevenir a los médicos sobre las patologías que deberán tratar en caso de tales desastres.

La mortalidad provocada por los sismos se produce en oleadas sucesivas. Primero son las víctimas del desplome de edificios, horas más tarde las que sucumben a heridas internas, al cabo de días o semanas fallecen los heridos con complicaciones o infecciones.

Las principales patologías censadas entre los sobrevivientes están vinculadas al aplastamiento de los riñones, hígado y bazo, seguidas por los traumatismos de la columna vertebral, fracturas y laceraciones varias.

Los niños constituyen el grupo más vulnerable y representan entre 25% y 53% de los pacientes después de un sismo, señala el estudio.

Además de las operaciones de salvamento, los socorristas deben enfrentarse con el desarrollo de enfermedades contagiosas en refugios saturados. A pesar de las creencias, la presencia de cadáveres en los escombros no representa un peligro particular.

A largo plazo, los sismos tienen un impacto importante en la salud mental, sobre todo en forma de depresiones.

Numerosas megalópolis están situadas en zonas sísmicas, como Tokio (32 millones de habitantes), México (20 millones), Los Angeles (15 millones) y Estambul (9 millones).

ri-ban/jca/nas/jmr.

Fuente: http://feeds.univision.com/feeds/article/2011-11-03/los-sismos-mataron-a-mas

 

os terremotos han matado, directa o indirectamente, a más de 780 mil personas entre 2001 y 2010; es decir, cerca del 60% de la mortalidad relacionada con el conjunto de las catástrofes naturales, según un estudio publicado por The Lancet.

"Además de estos muertos, los sismos han afectado directamente a 2 mil millones de personas adicionales durante el mismo período", destaca el estudio.

El más mortífero de esos sismos es el que golpeó a Haití el 12 de enero de 2010, de magnitud 7 y que causó 316 mil víctimas. El segundo más mortal fue el terremoto de 9.1 grados Richter que generó un tsunami en el océano Índico el 26 de diciembre de 2004, que dejó 227 mil muertos.

El estudio de The Lancet busca sobre todo convencer a los responsables políticos y de los organismos de ayuda de que los sismos son una prioridad en términos de salud pública, y apunta a prevenir a los médicos sobre las patologías que deberán tratar en caso de tales desastres.

La mortalidad provocada por los sismos se produce en oleadas sucesivas. Primero son las víctimas del desplome de edificios, horas más tarde las que sucumben a heridas internas, al cabo de días o semanas fallecen los heridos con complicaciones o infecciones.

Las principales patologías están vinculadas al aplastamiento de los riñones, hígado y bazo, seguidas por los traumatismos de la columna vertebral, fracturas y heridas.

Los niños son el grupo más vulnerable, y representan entre 22 y 53% de los pacientes después de un sismo, dice el estudio.

Además de las operaciones de salvamento, los socorristas deben enfrentarse con el desarrollo de enfermedades contagiosas en refugios que están saturados. A pesar de las creencias, la presencia de cadáveres en los escombros no representa un peligro particular. A largo plazo, eso sí, los sismos tienen un impacto importante en la salud mental, sobre todo en forma de depresiones.

Numerosas megalópolis están situadas en zonas sísmicas, como Tokio (32 millones de habitantes), México (20 millones), Los Angeles (15 millones) y Estambul (9 millones).

Fuente: http://www.eluniversal.com.mx/articulos/67091.html

Martes, 08 Noviembre 2011 13:49

Científico derriba mitos sobre los sismos

 

Si alguien quiere pronosticar un sismo, debe indicar el lugar donde se va a presentar, la fecha en que va a ocurrir y la magnitud; sin embargo, esto no es posible, porque en ningún lugar del mundo existe ninguna herramienta científica que permita predecir los sismos, afirmó Arturo Iglesias Mendoza, investigador del Departamento de Sismología del Instituto de Geofísica (IG) de la UNAM.

Después de los desastres ocurridos en Japón, Haití y Chile, la sociedad es muy sensible al tema de los sismos, por lo que resulta indispensable que los científicos aportemos ideas para distinguir los mitos de la realidad sobre este fenómeno de la naturaleza, consideró Iglesias Mendoza.

El investigador señaló que en los registros de visitas y clicks del sitio web del Servicio Sismológico Nacional (SSN), organismo operado por el IG de la UNAM, se han registrado incrementos de visitas en fechas en que ocurren sismos que se sienten en la México, de gente que quiere informarse y saber más sobre movimientos telúricos.

Por otro lado, dijo, también se han observado incrementos de clicks y visitas en el sitio web del  SSN relacionados con rumores, como sucedió en abril de 2007, cuando se corrió el rumor de que un sismo de gran magnitud era inminente y por varios días esta página tuvo un incremento de accesos, llegando incluso a saturar el sitio.

La cantidad de gente que cree los mitos relacionados con los temblores no es despreciable, agregó, por eso "para nosotros los sismólogos es importante desmentirlos y dar a conocer lo que la ciencia sabe del comportamiento de la Tierra", dijo.

Derrumbando mitos

Uno de los mitos más comunes entre la gente es que Dios manda los sismos, comentó, un ejemplo de lo extendido de este mito son las declaraciones en un medio electrónico de Pat Robertson, un portavoz cristiano estadounidense quien aseguró que el reciente sismo ocurrido en Haití fue un castigo divino, por pactar con el diablo su independencia.

El doctor en Geofísica por la UNAM señaló que aunque la fe es difícil de contrastar con la ciencia, hay que tomar en cuenta datos como el hecho de que los sismos no se distribuyen de manera aleatoria en el planeta, sino que hay zonas como la costa del Pacífico y una zona del Caribe, donde los sismos son comunes y que Haití está ubicado precisamente en una zona sísmica.

Expresó que si los sismos fueran mandados por Dios, seguramente no ocurrirían en lugares santos, como por ejemplo el sismo que afectó la Catedral de Asís, en Italia.

Otro mito, añadió, es la supuesta predicción que hacen algunos famosos adivinadores de la ocurrencia de un sismo. El investigador comentó que él personalmente recopiló las predicciones de la extinta adivina Giovana, quien en su guía astrológica para 2006 pronosticaba grandes terremotos, "en los que moriría mucha gente,  más que en todas las guerras".

La adivina Giovana vaticinó para ese año terremotos constantes en América que destruirían las ciudades canadienses de Toronto, Montreal y Otawa, así como la caída del rascacielos Empire State, la Estatua de la Libertad y la Torre de Pisa.

El sismólogo señaló que en la lista de los sismos del año 2006, el más fuerte fue registrado en las islas Tonga, en Asia, y  el que ocasionó el mayor daño fue en Java y que, aunque sí hubo muertos en los dos casos, los eventos sísmicos de ese año no coincidieron con las predicciones de la adivina.

El científico indicó que en el Servicio Sismológico recibieron en el año 2007 un correo electrónico en el que se advertía que un señor, heredero de la tradición maya, pronosticaba un gran sismo para el 24 de mayo de ese año, paradójicamente, el SSN no reportó ningún sismo de importancia ese día.

Algo de todos los días

El investigador del Instituto de Geofísica de la UNAM dio a conocer que, de acuerdo con los reportes del Servicio Sismológico Nacional del año 2010, los sismos que más se reportan son de una magnitud de 4 grados en la escala de Richter y se registra, por lo menos, un sismo diariamente, por lo que las "predicciones" tienen todas las posibilidades de acertar.

De acuerdo con el científico, existen otros mitos en los que se cree que los sismos están relacionados con fenómenos naturales, como la lluvia, un determinado aspecto del cielo, las nubes o, incluso, la Luna llena. También se piensa que hay meses del año en los que tiembla más, aunque los registros del SSN muestran que esta creencia es errónea.

Por otro lado, están los mitos que mezclan cierta información científica con rumores o creencias sin fundamento, por ejemplo, que antes que ocurra un sismo los animales presentan un comportamiento anómalo. Algunas instituciones, agregó, han realizado investigaciones al respecto, sin resultados concluyentes.

El concepto de la brecha sísmica, comentó, es un periodo en el que una interacción entre las placas de la Tierra no produce sismos y la energía se acumula, como sucede actualmente en el estado de Guerrero, donde no ha habido un sismo importante desde 1911.

Muchas personas utilizan este concepto para respaldar sus vagas predicciones, diciendo que pronto ocurrirá un terremoto y que los sismólogos también lo esperan.

"La realidad es que los sismólogos no esperamos un sismo en la costa de Guerrero, sino que sabemos que va a seguir temblando ahí y en toda la costa del Pacífico, porque las condiciones geológicas no cambiarán en el corto plazo", aclaró Arturo Iglesias.

En conclusión, dijo,  es importante que la población sepa que en México la mejor forma de protegerse de los efectos de un sismo consiste en escuchar la alerta  que detecta el momento en que se produce un movimiento de la Tierra en las costas del Pacífico, y seguir las indicaciones de las autoridades de protección civil.

El sismólogo aseguró que esta alerta sísmica es confiable, pues viaja por ondas de radio a la velocidad de la luz, mientras que las ondas sísmicas más lentas viajan aproximadamente a tres kilómetros por segundo. No se trata de un sistema de predicción, sino de alerta temprana, destacó.

(Dirección General de Divulgación de la Ciencia, UNAM )

Fuente: http://www.eluniversal.com.mx/articulos/67095.html