¿Qué sucedió ese día?
Hace cuatro años, el sábado 16 de abril, a las 18H47 (hora local) un sismo de magnitud Mw 4.8 ocurría frente a las costas de Cojimíes. Aun cuando, este sismo fue sentido de manera importante en poblaciones de la costa, la población estaba muy lejos de sospechar que era un sismo premonitor de un terremoto que ocurrió solo 11 minutos más tarde, exactamente a las 18H58. El Terremoto de Pedernales tuvo una magnitud de momento Mw 7.8 y una intensidad máxima de IX (según la Escala macrosísmica europea, EMS-98) y se convirtió en el evento natural más catastrófico de lo que va del presente siglo y fue sentido en localidades tan distantes como Bogotá en Colombia y Cajamarca en Perú. El terremoto ocasionó una gran cantidad de víctimas y una extensa destrucción especialmente en la Costa norte y centro del Ecuador. Es así, como consecuencia directa del terremoto y según los datos oficiales emitidos por las autoridades, se contabilizaron alrededor de 700 personas fallecidas, más de 7000 heridos, 22000 personas refugiadas, millares de edificaciones destruidas o inhabitables y pérdidas económicas estimadas en alrededor de tres mil millones de dólares.
¿Sabías que las actividades humanas, especialmente el transporte vehicular, producen vibraciones sísmicas? Estas vibraciones, conocidas en su conjunto, como ruido cultural, son muy fáciles de ver en instrumentos como sismómetros y acelerómetros. Este ruido aumenta durante el día y disminuye por la noche, y también varía los fines de semana y los días feriados.
En dos estaciones acelerométricas en Quito y Guayaquil, se observó una fuerte disminución de alrededor de 60% del ruido sísmico desde la aplicación de las medidas para limitar la propagación del COVID-19 (ver figura 1). Este fenómeno se ha observado en muchas ciudades del mundo como Bruselas (Bélgica), Londres (Inglaterra), Ciudad de México (México) y Auckland (Nueva Zelandia). En el Ecuador, esta reducción del ruido sísmico podría permitir detectar sismos tectónicos y volcánicos más pequeños que cuando las ciudades desarrollan sus actividades normales.
Durante este período de confinamiento, el Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional continúa su labor de vigilancia sísmica y volcánica del país de manera permanente.
SH, MS, SV, SH
Instituto Geofísico
Escuela Politécnica Nacional
Del 3 al 18 de marzo del 2020, un grupo de vulcanólogos del Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional (IG-EPN) y del Instituto Francés de Investigación para el Desarrollo (IRD por sus siglas en francés) realizaron una misión de campo en el volcán Sierra Negra, ubicado en la isla Isabela (Galápagos). El objetivo de esta misión era estudiar las fisuras eruptivas y los productos volcánicos de la erupción ocurrida entre el 26 de junio y el 23 de agosto del 2018.
La ciudad de Temuco, región de Araucanía – Chile, fue la sede de la “Segunda Reunión Operativa de la Asociación Latinoamericana de Geodesia Volcánica” (GEOVOL), realizada entre el lunes 2 al domingo 8 de marzo de 2020. En este evento, científicos y especialistas del ámbito de la geodesia y el monitoreo volcánico en Latinoamérica se reunieron con el fin de dar a conocer el estado actual de desarrollo técnico y científico alcanzado por los observatorios vulcanológicos de cada país y conocer sobre los nuevos avances y técnicas en materia de monitoreo geodésico de volcanes. La reunión fue auspiciada por USAID a través del Programa de Asistencia ante Desastres Volcánicos (VDAP), el Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS), el Servicio Nacional de Geología y Minería de Chile (SERNAGEOMIN) a través del Observatorio Vulcanológico de los Andes del Sur (OVDAS).
El 5 y 6 de marzo de 2020 el Municipio de Quito, a través de la Dirección Metropolitana de Gestión de Riesgos (DMGR), junto con la Fundación Global Earthquake Model (GEM) auspició la reunión inicial del proyecto TREQ. Este proyecto tiene que ver con entrenamiento y comunicación sobre riesgos sísmicos urbanos y se llevará a cabo en 2020 entre las ciudades de Quito, Cali, Colombia y Santiago de los Caballeros de la Republica Dominicana. Su enfoque se centra en la evaluación de las amenazas y riesgos por terremotos en zonas urbanas.
El USAID, con la Fundación GEM, promueven este importante proyecto. La ciudad de Quito podría ser afectada por un sismo de hasta 7 grados de magnitud, por lo tanto, es importante estudiar y entender mejor la amenaza y riesgo sísmico en el DMQ para que, tanto autoridades como la población, se encuentren preparados.
En la parte alta de Pusuquí, en los flancos exteriores del Cerro Casitagua (ubicado al norte de Quito, en San Isidro de Huaiyachul Alto, parroquia Pomasqui), se encuentra una excavación arqueológica profunda que está bajo la dirección de los profesores María Fernanda Ugalde y Eric Dyrdahl, ambos de la Escuela de Arqueología de la Pontifica Universidad Católica del Ecuador (PUCE).
La excavación, cuyo nombre es Tagshima, está en plena marcha desde principios del mes de febrero de 2020, y tiene por lo menos 8 metros de profundidad desde la superficie actual. Se espera encontrar abundantes evidencias que apunten a la forma de vida que llevaban los antepasados que habitaban en esta aldea ubicada en un balcón semiárido y alto (3100 msnm) del noroccidente de Quito. El nivel habitacional contiene muchos fragmentos de carbón de las fogatas antiguas y está sobreyacido por 6 niveles importantes de cenizas, piedra pómez y rocas que son los testigos de la poderosa erupción del volcán Pululahua hace 2400 años antes del presente. Posteriormente se formó un suelo obscuro orgánico y luego hay una acumulación en capas de lahares secundarios de retrabajamiento local por lluvias.
Funcionarios del Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional (IGEPN) realizaron una visita técnica al National Earthquake Information Center (NEIC), ubicado en el campus de la Escuela de Minas de Colorado en la ciudad de Golden –Colorado, Estados Unidos, con la finalidad de coordinar líneas de colaboración que permitan compartir datos de las estaciones de monitoreo instaladas en Ecuador y trabajar en conjunto en la mejora del catálogo sísmico local, en la determinación de magnitudes de sismos grandes en el menor tiempo posible, en la evaluación de intensidades y en mejores técnicas de instalación y mantenimiento de estaciones sísmicas.
Del 3 al 7 de febrero de 2020, miembros del Área de Vulcanología del Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional (IG-EPN) realizaron trabajos geológicos, búsqueda de afloramientos, muestreo de depósitos volcánicos y fotografías con dron en la zona oriental del Domo Buenavista en la Caldera de Chalupas, ubicada al suroriente del volcán Cotopaxi (Provincia de Napo).
El objetivo principal fue realizar fotografías aéreas al oriente del Domo Buenavista, en donde se puede apreciar una morfología similar a hummocks (montículos) de depósito de colapso, con la finalidad de generar un modelo digital de elevación (DEM) de mejor resolución. Esta investigación forma parte del proyecto semilla PIS-18-02 de la Escuela Politécnica Nacional. En esta salida participaron la MSc. Patricia Mothes, directora del proyecto Chalupas, junto con Marco Córdova, Elizabeth Gaunt y Josué Salgado.
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