Noticias - Instituto Geofísico - EPN

 14 de agosto de 2012 

La actividad del volcán Tungurahua que hasta la semana anterior se mantenía en un nivel moderado a bajo, con pequeños pulsos de actividad de pocos días de duración, cambió rápidamente desde el domingo 5 de agosto, cuando se registraron 2 explosiones de tamaño moderado. El viernes 10 en la mañana se produjo una explosión de pequeña magnitud, luego de lo cual el volcán permaneció con tremor sísmico por más de 5 horas, acompañado de bramidos de diferente intensidad y emisiones de vapor de agua con cantidades moderadas a bajas de ceniza, acompañadas de bramidos de diferentes intensidades. En los días siguientes se sucedieron más explosiones de magnitud baja a moderada y con características similares a las ya descritas. Como producto de estas explosiones se produjeron caídas leves de ceniza principalmente en los sectores occidental y sur-occidental del volcán. En la mañana del día lunes 13 se reportaron muy ligeras caídas de ceniza en la ciudad de Ambato.

A partir de las 05h00 (TL) de hoy, se registró un incremento sustancial del tremor sísmico, acompañado por intensos bramidos que en algunos casos provocaron el vibrar de ventanales en el Observatorio Volcanológico del Tungurahua (OVT), e inclusive ligeros movimientos del suelo en Cusúa. Igualmente la intensidad de las emisiones de vapor se incrementó, así como también la cantidad de ceniza en las mismas. Resultado de esto, en la mañana se reportó caídas moderadas a importantes de ceniza en Pillate y Cusúa (cantón Pelileo) y en Choglontús (cantón Penipe). Esta actividad continuaba manteniéndose hasta el cierre de este informe. En las imágenes satelitales de esta mañana (10h45 TL) se observó que las columnas de emisión tomaron una dirección nor-occidental y occidental, se extendiéndose sobre las provincias de Manabí y Guayas. Los detalles de esta actividad se pusieron en conocimiento de las delegaciones cantonales y provinciales de la SNGR de Tungurahua.

Los resultados de la interpretación de los datos de las redes instrumentales instaladas en el volcán muestran también un incremento en los valores de los parámetros monitoreados (actividad sísmica, flujos de SO2 y deformación del cono volcánico), sin embargo no se han encontrado evidencias de que en el corto plazo esta actividad pueda incrementarse a niveles como los alcanzados durante las erupciones de Julio y Agosto de 2006. No se puede descartar pulsos de actividad más importantes en el mediano y largo plazo. El personal técnico del IG se encuentra evaluando permanentemente el desarrollo de esta actividad y en caso de que ésta muestre un mayor incremento, esto será comunicando a la población y a las autoridades a través de los diversos medios.

 

PR/MR/SV/PM/SH

Instituto Geofísico

Escuela Politécnica Nacional

17:30 (Tiempo local)

La semana anterior, personal del Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional instaló un acelerógrafo en la ciudad de Babahoyo, y estaciones sísmicas de banda ancha en las zonas de Balsapamba - Montalvo y Cashca Totoras - San José de Chimbo.

Detalle de la instalación de la estación sísmica en la zona de Cashca Totoras - San José de Chimbo. M. Segovia - IGEPN

Estas estaciones forman parte de la Red Nacional de Acelerógrafos (RENAC) y Sismógrafos (RENSIG), y tienen como objetivo monitorear la actividad sísmica de la zona centro del país.

La instalación de la instrumentación mencionada forma parte de del proyecto de "Fortalecimiento del Instituto Geofísico: ampliación y modernización del Servicio Nacional de Sismología y Vulcanología" financiado por el SENESCYT.

LT/MS

Instituto Geofísico

Escuela Politécnica Nacional

16:00 (Tiempo local)


CIEP/DICYT Durante estos meses el investigador residente del Centro de Investigación en Ecosistemas de la Patagonia (CIEP), Doctor en Ecología y especialista en el estudio de los ríos y aguas subterráneas, Brian Reid, se encuentra realizando una investigación tendiente a identificar los impactos de la erupción del volcán Hudson en las cuencas de los ríos que se vieron afectados por la actividad volcánica de agosto del año 1991.

Los ríos que se están estudiando son el Ibáñez, el Murta y sus principales afluentes, así como el Lago General Carrera debido al aporte de nutrientes que esta masa lacustre aporta al mar. Una de las aristas importantes, que se ha podido determinar en lo que lleva esta investigación, guarda relación con el contenido de sílice en estos cursos de agua.

Hasta el momento se ha identificado un alto porcentaje de sílice en las aguas de estos causes, lo que es muy importante para el desarrollo de algunas microalgas como las diatomeas que tienen su organismo recubierto de este elemento. Estas algas microscópicas son de gran importancia, ya que son la base de las cadenas alimenticias en el océano y en aguas dulces. Por otra parte, son consideradas como buenas indicadoras de la calidad del agua.


Frente a la importancia que tiene estudiar los cursos de agua, Brian Reid, señaló que “cuando uno va al hospital, para saber el estado de salud realizan un examen de sangre, es lo mismo en los ríos; son como la sangre de la cuenca. Los niveles de nutrientes son proporcionados por los materiales que acarrea el río y es lo que indica la salud de la cuenca, y ese es el precepto que me hizo comenzar este estudio”, indicó.


También como lo explica Reid, es importante tener datos sobre los flujos de agua específicamente en río Murta, que los últimos años ha tenido una de las crecidas más grandes que inundó el pueblo. Para esto es vital entender en ciclo hidrológico (ciclo del agua) a través de la lluvia, los suelos, los humedales, cursos tributarios de agua, etc.


Finalmente, indicó que finalizada la investigación, pretende trabajar integrando y fomentando la participación con los colegios en Puerto Ibáñez, Cerro Castillo y Bahía Murta compartiendo datos y realizando talleres en conjunto con los profesores, explicando el ciclo hidrológico y dando a conocer cómo funcionan sus ríos y lagos en relación a los nutrientes, y la importancia que estos tienen para la vida.

Fuente: http://www.dicyt.com/noticias/cientifico-del-ciep-investiga-efectos-de-erupcion-del-volcan-hudson-en-rios-de-zona-afectada

Para monitorear la actividad de los volcanes normalmente se utilizan estaciones permanentes y temporales que transmiten información a un centro oficial. El volcán Tungurahua, cuyo último periodo eruptivo se inició en 1999 y tuvo episodios violentos en el 2006, 2008 y 2010, cuenta con seis estaciones sísmicas de banda ancha y cinco estaciones de período corto.

Ahora los investigadores nacionales y extranjeros pretenden cambiar esta normatividad y evolucionar la comunicación de las estaciones a través de 500 sismógrafos que realizarán tomografías en tiempo real en el volcán.

El Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica del Ecuador (EPN), la Universidad Estatal de Michigan, la Universidad Estatal de Georgia y la Universidad de Carolina del Norte ganaron el concurso de Cyber Enabled Discovery and Innovation (CDI), de la Fundación de Ciencias de Estados Unidos, con el programa denominado Volcano Seismic Realtime Imaging (SRI).

La Universidad de Michigan y la Universidad de Georgia se encargarán del trabajo de programación, mientras que Universidad de Carolina y la EPN realizarán el análisis y monitoreo.

Para el doctor Mario Ruiz, jefe de sismología de la EPN, el objetivo del programa no tiene precedentes, ya que ningún volcán en el mundo cuenta con el número de sismógrafos propuestos.

¿Y por qué el Tungurahua? El profesor de sismología de la Universidad de California del Norte en Chapel Hill, Jonathan Lees, sonríe al decir que el Tungurahua es más interesante que otros volcanes porque está en erupción y tiene un sistema moderno de monitoreo. La EPN investiga al volcán desde hace más de 10 años.

¿Qué significa tener 500 sismógrafos en el volcán? Lees responde con una analogía: es como realizar una resonancia magnética a un paciente; a través de los rayos enviados se analizan los tejidos. De la misma manera se hará con el volcán. El objetivo es controlar el cambio de propiedades de materiales cuando el magma sube por las grutas durante la actividad volcánica.

Lees dice que los sismógrafos clasificarán e identificarán los tipos de materiales dependiendo de la velocidad en que se propaguen las ondas. Las características del material son indispensables para analizar el volcán. El objetivo de que las estaciones se comuniquen entre sí logrará que estas compartan la hora y la velocidad en que llegan las ondas para que puedan procesar la información.

Volcano SRI tiene una duración de cuatro años, por lo que las adaptaciones de los sismógrafos en el campo serán a inicios del 2015. ¿Por qué no ahora? Lees y Ruiz explican que al colocar las estaciones ahora, el sistema de transferencia colapsaría.

El objetivo es que el procesamiento se realice en el mismo sitio. Lees comenta que cada estación deberá recolectar los datos y procesarlos internamente. Para esto deberán compartir la información con las demás estaciones. ¿Cómo lograrlo? Durante dos años los investigadores desarrollarán algoritmos que permitan su comunicación.

Fuente:

http://www.elcomercio.com/tecnologia/volcan-Tungurahua-vestira-sismografos_0_745125547.html

Martes, 31 Julio 2012 14:44

El reto de anticipar los terremotos

El desastre de Fukushima hubiera sido otro en caso de haberse podido anticipar el terremoto de 9 grados de magnitud que el 11 de marzo de 2011 sacudió Japón. Los seísmos son imposibles de evitar, pero, conociendo cuándo sucederán, se pueden salvar cientos de miles de vidas.

Los científicos siguen buscando el sistema que les permita adelantarse a los temblores. La gran esperanza se centra en el espacio y los datos recabados por los satélites. Rusia aseguró esta pasada semana que está cerca del objetivo. Afirma que la red de satélites de su sistema de navegación Glossnat –similar al GPS estadounidense o al Galileo europeo- puede captar diversos cambios atmosféricos que preceden a los terremotos. Y eso a pesar de no estar diseñado para ello. En concreto, los rusos señalan que el movimiento de la corteza terrestre provoca efectos en la ionósfera y un aumento de la radiación infrarroja. Indican incluso que antes del devastador temblor en Japón se recogieron datos que lo anticipaban, pero que en ese momento no se supieron interpretar.

La NASA también ha dedicado tiempo y dinero a detectar los seísmos. La agencia estadounidense explica que «la furiosa energía que liberan se acumula con meses y años de anticipación, en forma de tensiones de la corteza terrestre». Sin embargo, confiesa que «por el momento, los pronosticadores no tienen una forma directa de observar estas tensiones o de detectar cuando alcanzarán niveles críticos».

Sin embargo, al igual que los rusos, cree que los satélites podrían ofrecer pronto una solución al problema y ser capaces de detectar señales de un terremoto inminente días o semanas antes de que ocurra, dando a las autoridades tiempo para prepararse. «En veinte años podríamos decir que en un determinada falla las posibilidades de que se produzca un seísmo a lo largo de un determinado mes es del 2%, el 20% o el 50%», prevé la NASA. Los métodos actuales de observación permiten ciertos vaticinios de que se produzca un terremoto, aunque estos se enmarcan en plazos de varias décadas.

El uso de animales

Un estudio de la NASA señala que algunos animales son capaces de adelantar los temblores. La investigación sobre el seísmo registrado en la ciudad italiana de L'Aquila en 2009 descubrió que el 96% de los sapos machos de una comunidad de la zona habían huido del lugar cinco días antes de la catástrofe. Se cree que de alguna forma pudieron percibir la liberación de gases y partículas cargadas del interior de la Tierra.

Hasta ahora solo un terremoto ha sido previsto con la suficiente anticipación. Se produjo en la ciudad china de Haicheng en 1975 y fue de 7,3 grados de magnitud. En esa ocasión el epicentro se fue trasladando lentamente a la ciudad dando señales de lo que se avecinaba. Las autoridades procedieron a la evacuación y pese a que el temblor destruyó un 50% de los edificios de la urbe solo se registraron 250 víctimas. Por desgracia los terremotos por ahora no son como las tormentas. No se pueden predecir, quizá en un futuro próximo sí lo sean.

Fuente: http://www.abc.es/20120728/ciencia/abci-reto-anticipar-terremotos-201207281323.html